Se celebra cada 17 de septiembre en honor a Jean Piaget, fallecido en 1980.
En un mundo en constante evolución, donde el conocimiento es la principal herramienta para el desarrollo personal y profesional, el aprendizaje se ha convertido en un pilar fundamental de nuestra sociedad. Desde la infancia hasta la vejez, estamos inmersos en un entramado de contextos y elementos de diversa naturaleza que empleamos en nuestros procesos de aprendizaje que moldean nuestra forma de pensar, sentir y relacionarnos con el mundo.
El aprendizaje es un proceso bio-neuro-psico-socio emocional complejo. Implica no sólo adquirir información y procesarla correctamente como por ejemplo saber leer y comprender un texto, sino también y, principalmente, desarrollar habilidades cognitivas como, por ejemplo, resolver problemas complejos y desarrollar habilidades afectivas, aprender a manejar las emociones y construir conocimientos para transformar nuestra realidad.
En estos procesos se reconocen distintos tipos de aprendizaje según las características de la actividad y los contenidos culturales involucrados. Por ejemplo, los hábitos propios de las rutinas cotidianas, desayunar, se logran a través de aprendizajes por asociación entre los objetos y acciones, que se comprenden en gran medida a través de experiencias modeladas por otros. La capacidad de observación de las situaciones y la imitación de gestos, como el habla infantil, implica aprender por observación. En contraste, el aprendizaje académico que involucra diversos sistemas simbólicos -escritura, numeración, lenguaje musical- que demandan procesos de pensamiento consciente, planificación y organización de las actividades y avances en el desarrollo de la abstracción.
Desde la Psicopedagogía, el análisis de las características de los distintos tipos de aprendizajes promueve el diseño de materiales, de capacitaciones, de intervenciones y propuestas que amplían la capacidad de aprender de cada persona, y grupos humanos en diversos contextos educativos, laborales, organizacionales, sanitarios a través del análisis de las ecologías de aprendizaje como esa manera de aprender a cualquier edad y en cualquier contexto.
Los psicopedagogos, como profesionales especializados en el aprendizaje, identifican tanto las potencialidades como las dificultades de aprendizaje de cada persona. Son convocados para evaluar procesos de aprendizaje y diseñar intervenciones psicopedagógicas personalizadas brindando acompañamiento para un desempeño eficaz.
En el ámbito educativo, a partir de las políticas públicas centradas en el logro de aprendizajes, la psicopedagogía, fortalece las referencias conceptuales para el seguimiento de las acciones que se implementan en los niveles educativos obligatorios promoviendo la inclusión educativa. En el ámbito social, los psicopedagogos participan en proyectos orientados al desarrollo de las capacidades para mejorar su calidad de vida y superar situaciones de riesgo colaborando en el diseño de intervenciones contextualizadas a partir de un relevamiento sobre las metas de cada comunidad y los servicios educativos a los que acceden. En el ámbito laboral se diseñan procesos de capacitación y de selección de personal en base al potencial de aprendizaje y los requerimientos laborales. Y en el ámbito de la salud se trabaja en la evaluación y tratamiento de dificultades de aprendizaje con la finalidad de mejorar la calidad de vida de cada persona.
En síntesis, hablar de aprendizaje es hablar de futuro. Hablar de psicopedagogía es hablar de una disciplina esencial para construir una sociedad más justa, inclusiva y equitativa, por ello es y será una profesión clave en la construcción de un futuro mejor.