La tradición, la composición, el origen y los ingredientes determinan, en muchos casos, las características y la denominación de cada tipo alrededor del planeta.
Este 2 de agosto, el mundo celebra el Día Internacional de la Cerveza, una festividad que tuvo su origen en un pequeño bar de Santa Cruz, en California, Estados Unidos. Lo que comenzó como una simple convocatoria para los clientes habituales de este local, se transformó rápidamente en una efeméride de alcance global. Cada primer viernes de agosto, aficionados de todos los rincones del planeta levantan sus vasos para brindar por esta apreciada bebida.
Cabe recordar que en 1566, los frailes del Convento de San Francisco de Quito, en Ecuadro, elaboraron la primera cerveza de Sudamérica, al menos desde que se tiene registro. Una curiosidad es que más de 450 años después, en 2022, un investigador de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Javier Carvajal, logró revivir esta histórica bebida.
Mediante un arduo trabajo, Carvajal pudo recuperar la levadura utilizada en su fermentación y recrear el producto original al estilo del siglo XVI. Con una sonrisa en el rostro, el experto le dijo a la agencia EFE: “Hay que beberse la historia”.
Con todo, actualmente, hay estilos de cerveza que marcaron para siempre la historia de los bares y restaurantes. Aquí, un repaso por algunos de ellos y sus diferencias.
¿Qué es un estilo de cerveza?
A grandes rasgos, un estilo es un marco nominativo que diferencia a las cervezas por sus características comunes, las cuales pueden incluir la tradición, la composición y, a menudo, su origen. Los ingredientes y la forma de cocinarlos son cruciales, pues determinan el sabor final. Con el tiempo, estas características se consolidan, otorgando a ciertos tipos de cerveza un nombre y un consenso general como estilo reconocido.
IPA
Entre los estilos más conocidos a nivel mundial, la IPA ocupa un lugar destacado. “La India Pale Ale es uno de los estilos de cerveza más intrigantes cuyo origen aún es ampliamente discutido, pero se cree que apareció por primera vez por la necesidad de transportar cervezas de pale a las lejanas colonias británicas, es decir, la India, porque el clima en las colonias era demasiado cálido para elaborar cerveza”, explican en la revista culinaria Taste Atlas.
“Se cree que la IPA se creó aumentando los niveles de alcohol y añadiendo más lúpulo, lo que ayudaría a conservar la cerveza en viajes más largos. Aunque la primera referencia del nombre India Pale Ale se remonta a la década de 1830, se supone que el estilo apareció mucho antes. Hoy en día, la mayoría de los ejemplos tendrán un carácter dominante a lúpulo, y mientras que las versiones inglesas tendrán matices florales y especiados, la American IPA tiende a mostrar un carácter ligeramente diferente que incluye frutas tropicales y pino. La mayoría de los estilos de IPA combinan bien con platos picantes y abundantes, cocina asiática, carnes a la parrilla y fritas, así como con diversos tipos de quesos”, agregan en Taste Atlas.
Porter
Otro estilo relevante es la Porter, originada en Londres en el siglo XVIII, según Taste Atlas. Se caracteriza por su elaboración con cebada malteada oscura y una notable cantidad de lúpulo. Con sabores tostados y maltosos y un amargor de lúpulo medio, las variedades modernas incluyen brown, robust y baltic. La porter probablemente surgió de la mezcla de cervezas añejas, frescas y fuertes en las cervecerías londinenses, conocida como Three Threads, o de la mejora de la calidad de la cerveza marrón con más lúpulo y envejecimiento.
En el siglo XIX, fue una de las primeras cervezas producidas en masa y muy apreciada en las colonias americanas, mientras que en Irlanda se desarrolló una versión conocida como porter simple. Tras su declive a mediados del siglo XX, la porter ha resurgido gracias a las cervecerías artesanales, de acuerdo a Taste Atlas. Es versátil en maridajes, combinando bien con carnes ahumadas, guisos, salchichas, quesos azules, postres de chocolate e incluso ostras.