EL CONGRESO FRACASÓ EN SU INTENTO DE AVANZAR CON LA REFORMA SINDICAL: LOS SINDICATOS MANTIENEN SU PODER

(Pablo Roma, Congreso Nacional) – La Cámara de Diputados no logró el quórum necesario este miércoles para iniciar la sesión especial convocada por un sector de la oposición para tratar la reforma sindical, evidenciando que el Congreso aún no puede torcerle el brazo al poder de los gremios. Con solo 111 legisladores presentes, la sesión quedó automáticamente caída tras media hora, como establece el reglamento bajo la conducción de Martín Menem.

El intento, impulsado por el radical Martín Tetaz, buscaba debatir un proyecto que, según el propio diputado, buscaba democratizar y transparentar el funcionamiento de los sindicatos. Sin embargo, el camino ya se encontraba lleno de obstáculos: la iniciativa carecía de las 16 firmas necesarias en la comisión de Legislación del Trabajo para obtener dictamen, una debilidad reglamentaria que Tetaz intentó sortear apelando a precedentes de 2010.

Un poder sindical inquebrantable
Durante su intervención, Tetaz recordó los esfuerzos históricos de democratización sindical, como la Ley Mucci de Raúl Alfonsín, que intentó sin éxito modificar las estructuras gremiales. Sin embargo, lamentó que, a más de cuatro décadas, “los sindicatos siguen manejando enormes cajas de las obras sociales sin controles efectivos”.

El proyecto proponía medidas como el límite a las reelecciones indefinidas de dirigentes, transparencia en el manejo de fondos y la obligatoriedad de declaraciones juradas para los candidatos a cargos gremiales. Además, contemplaba mecanismos para evitar la “mano en el bolsillo” de los trabajadores, exigiendo autorización previa para los descuentos sindicales.

“No podemos permitir que ninguna organización le quite hasta el 7% del sueldo a un trabajador sin su consentimiento. Los sindicatos deben ser competitivos, transparentes y responder a los trabajadores que representan, no perpetuar una casta que lleva décadas sin trabajar realmente”, enfatizó el legislador radical.

Un freno legislativo ante el poder sindical
El fracaso de la sesión evidencia que, pese a los argumentos de sectores opositores sobre la necesidad urgente de una reforma sindical, los gremios mantienen un peso político que ningún bloque ha logrado erosionar. Las ausencias en el recinto dejaron en evidencia las divisiones internas del Congreso y la resistencia que genera cualquier intento de modificar las estructuras sindicales.

Tetaz, al cerrar su discurso, aseguró que no se rendirán: “Tarde o temprano vamos a conseguir la democracia sindical que Argentina necesita. Hoy quedó claro quiénes están comprometidos con este cambio y quiénes siguen defendiendo privilegios”.

El debate se posterga, pero el poder sindical parece, por ahora, inquebrantable frente a los intentos legislativos. Mientras tanto, el Congreso deberá enfrentar la dura tarea de equilibrar intereses y avanzar en reformas que se presentan como urgentes, pero que chocan con muros de poder que no ceden fácilmente.

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