El escalofriante testimonio del hombre que drogaba a su esposa para que otros abusaran de ella

Dominique Pelicot, el hombre acusado de drogar a su mujer para que la violaran decenas de desconocidos en Francia, reconoció durante el juicio ser “un violador”, y afirmó que su esposa, Gisèle, “no merecía” el calvario que sufrió durante cerca de diez años.

Soy un violador, como todos los que están en esta salaLo sabían todos, no pueden decir lo contrario”, afirmó Pelicot, al referirse a los 50 coacusados del proceso, que según dijo sabían que su mujer se encontraba inconsciente a causa de los ansiolíticos que le daba.

El hombre arrancó su declaración entre sollozos. Habló de su infancia y de dos eventos traumáticos que asegura haber sufrido: una violación por un enfermero a los 9 años y su participación en la violación en grupo de una mujer con discapacidad, a los 14.

“De mi juventud, sólo recuerdo conmociones y traumas. En 1971, se produjo este hermoso encuentro [con Gisèle]. Era demasiado pesado para soportarlo. Aguanté 40 años. Estaba muy feliz con ella”, explicó.

Esta es la primera declaración ante el tribunal de Pelicot desde el inicio del juicio el 2 de septiembre y su testimonio es crucial para los otros 50 procesados, de entre 26 y 74 años, que enfrentan penas de hasta 20 años de prisión.

Gisele Pelicot a su llegada a los tribunales de Aviñon. (Foto: AFP/Christophe Simon).
Gisele Pelicot a su llegada a los tribunales de Aviñon. (Foto: AFP/Christophe Simon).

Algunos acusados aseguran que desconocían que Pelicot drogaba a su mujer y afirman que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo que negó la víctima en su primera declaración ante el tribunal.

Ella afirmó por su parte, en una reacción a esta primera declaración de Dominique Pelicot, que en los 50 años que vivió con su marido no pudo imaginarse que la violara, que no dudó de él “ni un solo segundo”, y que “tenía plena confianza en él”.

“Amé a este hombre durante 50 años. Habría puesto mis dos manos en el fuego por él”, agregó.

Dominique Pelicot reconoció los hechos

Gisèle Pelicot “no merecía eso”, afirmó el principal acusado en el proceso. “Soy culpable de lo que hice. Ruego a mi mujer, a mis hijos, a mis nietos, a la señora M. [esposa de otro acusado a la que también habría violado] de aceptar mis disculpas. Pido perdón aunque esto no sea algo aceptable”, agregó.

“Ella era maravillosa”, declaró, mientras Gisèle lo miraba fijamente en el tribunal. “La amé 40 años y la amé mal 10 años. Nunca debí hacer eso. Lo arruiné todo. Perdí todo. Debo pagar por ello”, agregó.

El principal acusado señaló que si bien “nunca consideró a su mujer como un objeto, desgraciadamente los videos muestran lo contrario”.

Cómo se descubrió el caso de violación

El caso se descubrió cuando la policía detuvo a Pélicot en septiembre de 2020 por grabar bajo las polleras a unas mujeres en un supermercado de la ciudad de Carpentras. Durante un allanamiento en su casa, los investigadores encontraron en un disco duro cientos de videos y fotos que él había tomado durante las sesiones de abusos sexuales de su mujer drogada a las que invitó a decenas de hombres con los que se contactó por internet.

Esos videos y esas fotos son los que han permitido identificar a algo más de medio centenar de hombres. Dominique Pelicot recordó que “gracias a esos videos se ha podido dar con quien participó” y lanzó entonces una mirada a los otros acusados.

El hombre señaló que los guardaba, precisamente, para tener un registro de esos participantes, por el placer de contemplarlos y por “vicio”.

Dominique Pelicot es acusado de drogar a su mujer para que otros la violen. (Ilustración: REUTERS/ZZIIGG)
Dominique Pelicot es acusado de drogar a su mujer para que otros la violen. (Ilustración: REUTERS/ZZIIGG)

Pelicot facilitó la investigación por su meticulosidad: tenía una carpeta para cada uno de los hombres que venía a violar a su esposa y describió a todos los abusadores con nombre, edad y hasta su número de teléfono. A esta carpeta la bautizó “abusos”.

“Una lista fue elaborada para cada individuo, según el número del expediente”, precisó la policía. El objetivo pasó entonces identificar a “Chris el bombero”, “Quentin”, “Gaston” o “David”, los nombres de los abusadores.

Los investigadores identificaron 92 violaciones entre 2011 y 2020. Los casos aumentaron a partir de 2013, cuando se mudaron de París a la localidad de Mazan, en el sur de Francia.

El hombre utilizaba un sitio citas para reclutar a los violadores. “Tú eres como yo. Te gusta el modo violación”, escribió a uno de sus contactos, en una discusión hallada por la policía. A otros explicó que administraba somníferos a su esposa para agredirla sexualmente con prácticas que ella rechazaba.

Qué dijeron las pericias psicológicas a Dominique Pelicot

Psicólogos y psiquiatras describieron a Dominique Pelicot como un hombre consumido por “fantasías obsesivas”, cercanas a la necrofilia y con una falta total de empatía. Cariñoso, abuelo y padre de día, pero un violador de noche.

“De día, puedes ser coherente y, de noche, parecer diferente”, dijo el experto Bruno Daunizeau, quien habló de “doctor Jekyll”, en referencia al siniestro científico de la novela de Robert Louis Stevenson.

Por un lado, se le describe como “un honorable esposo, padre, abuelo cariñoso, y un estimado amigo”, pero, al mismo tiempo, como alguien “muy manipulador, que miente mucho”, dijo el psiquiatra Paul Bensussan.

“Su personalidad tiene dos caras: por un lado, es un patriarca en el que sus allegados pueden confiar” y por el otro, “usa la mentira y el secretismo”, dijo la psicóloga Marianne Douteau.

“El voyeurismo forma parte de su dinámica psicosexual”, confirmó la psicóloga Annabelle Montagne. Además,subrayó el “egocentrismo” del acusado y su “propensión a considerar a los demás como objetos manipulables”.

El fin de semana hubo una masiva marcha en apoyo a  Gisele Pelicot. (Foto: REUTERS/Abdul Saboor).
El fin de semana hubo una masiva marcha en apoyo a Gisele Pelicot. (Foto: REUTERS/Abdul Saboor).

La presencia este martes de Pelicot en el tribunal generó expectación, después de que se ausentara del proceso más de una semana por una infección renal.

El mediático proceso en su contra se convirtió en un símbolo del uso de drogas para cometer agresiones sexuales, práctica conocida como sumisión química, y relanzó en Francia el debate sobre la cuestión del consentimiento.

Al grito de “todas somos Gisèle”, 10.000 personas manifestaron el fin de semana en Francia en apoyo a la principal víctima, que rechazó al inicio del juicio que este se celebrara a puerta cerrada.

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