EN UN DESLUCIDO ACTO, LA CGT CONVOCÓ A NO PERDER LA MEMORIA Y CUIDAR LA DEMOCRACIA

(ENVIADO ESPECIAL) – La Central Obrera convocó a una marcha en el estadio de Defensores de Belgrano, un predio que, a pesar de sus pequeñas dimensiones, no pudo ser llenado de militantes sindicales. Los tres secretarios generales coincidieron en que el peronismo “aún está a tiempo”.

La CGT, lejos de sus tiempos de gloria, mostró el desánimo y la falta de rumbo en una pequeña cancha de un club de segunda división, en la cual solamente prevalecieron las manifestaciones de deseo y no hubo pronunciación ni acción concreta para anunciar.

Mientras el peronismo se debate entre la inflación, el dólar, la pobreza y la faltra de candidatos para las elecciones, la CGT no pudo demostrar impulso alguno para modificar la crisis del oficialismo.

Lo que en un primer momento parecía un acto de apoyo a la candidatura de Sergio Massa, finalmente terminó siendo un acto frío, con escaso cotillón justicialista y discursos que pocos de los presentes escucharon.

Tal es así que mientras Héctor Daer, intentaba dar su alocución, sin ningún tipo de anuncio concreto y repleto de retórica sin propuestas, los presentes, en señal de aburrimiento o de desazón, vaya a saber, comenzaron a retirarse del estadio cabizbajos y en silencio a pesar de que en los parlantes sonaba primero el himno nacional y más tarde la marcha peronista.

Carlos Acuña, Daer y Jorge Sola llamaron a “tener memoria y cuidar la democracia”; condenó que “el eje de campaña de algunos sea la reforma laboral” y llamó a “sentar las bases para que exista una alianza permanente entre la producción y los trabajadores”, pero los presentes solamente vociferaban canticos de sus respectivos gremios demostrando una total indiferencia a los oradores.

A la vez, en un documento, se opuso a que “el descontento sea terreno fértil para los antisistema”. La central obrera realizó un acto en el estadio de Defensores de Belgrano para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores y aseguró que “con responsabilidad sostuvo la unidad del movimiento obrero”.

Pero una vez más, como en aquella fatídica tarde en la cual les cantaban “pone la fecha lpqtp”, los líderes gremiales quedaron muy por debajo de las expectativas que sus bases sienten que necesitan, hecho que quedó demostrado en un acto sin fervor, sin sonrisas y hasta sin choripanes.

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