(Pablo Roma, Gremiales) – A horas de su inminente retorno a la secretaría General de la CGT, en reemplazo de su hijo Pablo, Hugo Moyano se reunirá este lunes con Héctor Daer, dirigente de Sanidad y referente del ala dialoguista. El encuentro, que se llevará a cabo en la sede del Sindicato de Camioneros, se presenta como un gesto de unidad en medio de tensiones internas dentro del movimiento obrero.
Esta será la segunda visita de Daer a Moyano en menos de dos semanas, y todo indica que anticipa una foto de alto impacto político que se concretaría el martes en la sede de la UOCRA. Allí se celebrará la primera reunión de la “Mesa Chica” de la CGT tras la salida de Pablo Moyano, marcando un nuevo capítulo en la conducción de la central obrera.
El cónclave entre Moyano y Daer simboliza un acercamiento entre dos sectores sindicales históricamente enfrentados: el dialoguista y el más confrontativo. La reunión del martes, además, representará un hito al ser el primer encuentro cegetista sin la presencia de Pablo Moyano, quien renunció tras no conseguir apoyo para lanzar un tercer paro general contra la gestión de Javier Milei.
El retorno del “patriarca”
La vuelta de Hugo Moyano a la CGT pone fin al modelo de conducción colegiada que predominó desde 2015. Su regreso refuerza a ciertos sectores históricos de la central, aunque también genera tensiones por su estilo de liderazgo. Sin embargo, su decisión de asumir el mando en lugar de habilitar un relevo alternativo marca una postura pragmática frente a la actual administración nacional.
En el camino al sillón de mando, circularon nombres como los de Jorge Taboada y Omar “Manguera” Pérez para suceder a Pablo Moyano. Sin embargo, ambos dirigentes quedaron descartados, allanando el camino para que Hugo Moyano tome nuevamente las riendas.
¿Un pacto estratégico?
La reunión con Daer podría leerse como un gesto de respaldo a los sectores que buscan mantener líneas de diálogo con el gobierno libertario, aunque también es una señal a los dirigentes más rebeldes dentro de la CGT, quienes demandaban mayor confrontación.
En este contexto, el regreso de Moyano busca equilibrar fuerzas dentro de una CGT que enfrenta desafíos inéditos, con una administración nacional que promueve reformas laborales polémicas y un movimiento obrero dividido entre el diálogo y la confrontación directa.