Tras varios desencuentros públicos que reavivaron los rumores sobre un posible quiebre, Javier Milei y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, volvieron a mostrarse juntos públicamente durante un acto por la semana de la Policía Federal. Allí, Milei resaltó el rol de las fuerzas de seguridad y apuntó contra “la penetración de la izquierda que convirtió al país en un baño de sangre”.
La fórmula presidencial participó de un acto por el egreso de los cadetes de la Escuela Comisario General Juan Ángel Pirker en el marco del 203º aniversario de la Policía Federal Argentina. Los acompañaron la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, entre otros integrantes de los tres poderes del Estado.
En su discurso, Milei agradeció a las fuerzas policiales “por arriesgar su vida diariamente por cuidar a los argentinos” y lamentó “los mucho los años de escarnio a los que fueron sometidos por hacer una de las cosas más honorables que puede hacer un ser humano, estar dispuesto a dar la vida por otro”.
En ese sentido, el presidente enfatizó que “durante mucho tiempo Argentina fue un país que denostaba a sus fuerzas de seguridad”. “Inlcuso se elaboraban doctrinas para defender criminales a través de dislates argumentativos que no hacían más que esconder la verdad. Entendieron a los delincuentes como víctimas y al hacerlo desprotegieron a la sociedad y le dieron la espalda a nuestras fuerzas policiales”, cuestionó el jefe de Estado.
“Llegaron al absurdo de liberar presos o castigar policías honorables por el imperdonable delito de hacer bien su trabajo”, continuó el libertario, que luego ratificó la “responsabilidad pública indelegable del Estado” con el monopolio de la fuerza y la represión del delito.
“Sin embargo, debido a la penetración de la izquierda en las instituciones, las universidades, la dirgencia policial, empresarial y los medios de comunicación, lentamente fueron abandonando esta función indelegable del Estado hasta que convirtieron a nuestro país en un baño de sangre”, acusó el mandatario, que luego sentenció: “Nuestra doctrina de seguridad es simple: el que las hace las paga, el orden público es sagrado, los bunos son los de azul, los malos son los que delinquen, roban y matan”.
“Hace 11 meses decidimos decirle no al garantismo barbárico para decirle sí al orden cívico que garantiza el desarrollo. Estamos dispuestos a morir en esta colina”, concluyó Milei.
El acto
Para abrir el acto en nombre del Ejecutivo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró el “acompañamiento del poder político en su máxima expresión a la Policía Federal Argentina” mediante la presencia del presidente y representantes del Poder Judicial y el Legislativo. “Es algo inédito en la historia”, afirmó.
Luego, se otorgaron premios a los miembros destacados de la fuerza y Milei le entregó personalmente el reconocimiento General Don josé de San Martín a Guillermo Armentano, el segundo jefe de la división custodia y seguridad presidencial que evitó una agresión contra el mandatario durante el desfile de su ceremonia de su asunción. El uniformado había recibido una herida cortante provocada por el agresor al lanzar un proyectil contra el jefe de Estado, que recibió a su custodio con un abrazo. “Muchas gracias Guillermo, espero que tu honor sirva de ejemplo”, reconoció luego el presidente en su discurso.