La feligresía católica está atravesando los días más importantes en el calendario litúrgico: la Semana Santa. Desde este Jueves Santo se vienen desarrollando múltiples actividades que finalizarán con el Domingo de Pascua.
La Iglesia Católica se unió este Viernes Santo en espíritu de duelo y penitencia para conmemorar la pasión y muerte de Jesús. Las distintas comunidades realizaron el tradicional Vía Crucis y contemplaron la Cruz de Jesús.
La misa central fue oficiada por monseñor Andrés Stanovnik y se llevó a cabo en la Iglesia Catedral, a las 15, cuando el prelado recordó la pasión, crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesús.
La liturgia de esta fecha tan importante deparó momentos intensos en los que se profundizaron el misterio del sacrificio de Cristo. Andrés Stanovnik resaltó que en esta jornada de Viernes Santo y luego del relato bíblico “nos cabe solo un estremecedor silencio” ya que Jesús al ser crucificado “eligió morir y por amor para que cada uno de nosotros podamos atravesar llenos de esperanza en la vida y la felicidad”.
En todo el mundo se reza el Vía Crucis, se escucha el Sermón de las Siete Palabras del Señor Jesús en la Cruz y se realizan procesiones presididas por la imagen de Cristo sufriente y de su Madre Dolorosa.
En el día de ayer no se celebró la Santa Eucaristía ni ningún otro sacramento a excepción del Sacramento de la Reconciliación y la Unción de los Enfermos. Monseñor Andrés en su alocución resaltó: “Jesús nos abrió las puertas de la vida que nosotros cerramos por nuestra obstinación y pecados y a la vez nos mostró el camino que lleva hacia el amor y la vida plena, esa que tanto anhela todo ser humano”.
El prelado remarcó a los fieles que “Jesús mismo se encargó de anunciar el camino con palabras y con su vida misma, al decir que el que quiera seguirme que tome su cruz y venga conmigo”, y aprendan a sacrificarse como lo hizo él por todos nosotros.
Monseñor recalcó: “Esta realidad reclama gestos de amor y vida que están generosamente a disposición en esta inagotable y maravillosa fuente que es la Cruz de Jesús, Cruz milagrosa que transforma la muerte en vida y para que podamos redimirnos es necesario animarse a abrazarla”.
Para finalizar, resaltó que debemos “aprender el camino de la Cruz, silenciosos y buenos en el sufrimiento”.
Al cierre de esta edición, se llevaba a cabo en la plaza Cabral el Vía Crucis Viviente.
Su sacrificio es un regalo para todos nosotros
El sacrificio de Jesús que se nos da a nosotros se ofrece como un regalo. No importa cuál sea el regalo, es algo por el que una persona no trabajó y tampoco lo ganó por mérito. Si hubiera trabajado para ganar el regalo, no sería más un regalo. De la misma manera, las personas no pueden merecer o ganar el sacrificio de Jesús. Simplemente se les da como un regalo.
¿Y cuál es el regalo? Es la “vida eterna”. Eso significa que el pecado que nos trajo la muerte ya está cancelado. El sacrificio de Jesús es un puente que las personas pueden cruzar para conectar con Dios y recibir la vida, que dura para siempre. Este regalo es dado por Jesús quien, levantándose de los muertos, demuestra que es “Señor”. Esto demuestra que él es grande y poderoso.
Y la Biblia nos dice claramente cómo podemos recibir este regalo en Romanos 10:13. “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo: porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvado”.
Multitudinario 45º Vía Crucis interprovincial entre ambas orillas
Con la llegada del Viernes Santo, alrededor de la medianoche de ayer partió desde el Convento de las Hermanas Clarisas el tradicional Vía Crucis Interprovincial que ya lleva 45 ediciones con la de este año bajo el lema “El sacrificio del amor, se transforma en oración”.
En la importante manifestación de fe, se realiza el rezo de las 14 estaciones del Vía Crucis entre las dos capitales provinciales. Esta propuesta es única en el país por su característica de llevarla a cabo en horas de la noche, a minutos de iniciado el Viernes Santo, en la que se despliega la marcha con una gran columna de personas y se detiene en igual cantidad de templos parroquiales y capillas en la traza que se estableció desde el punto de partida al de llegada.
La columna de personas avanzó bajo la custodia policial que realizó un operativo entre ambas fuerzas de la Provincia y la Gendarmería Nacional, que está a cargo de la custodia del paso interprovincial.
La 14ª y última estación se realizó en el Convento de las Hermanas Clarisas en la ciudad Resistencia, cerca del lugar denominado “El Triángulo”, a pocos metros de la Ruta Nacional 11. Cientos de personas acompañaron la salida y muchas más la llegada a Resistencia.
Santa Ana recibió a la peregrinación de los jóvenes
Bajo el lema “Como discípulos caminamos junto a la Cruz”, se concretó la tradicional peregrinación y Vía Crucis Diocesano de jóvenes hacia Santa Ana. Con la organización de la Pastoral de Juventud de Corrientes y la participación de diferentes grupos, movimientos juveniles y la comunidad en general, se cumplió con esta tradicional caminata.
La localidad de Santa Ana volvió a recibir a la peregrinación de los jóvenes. Desde horas muy tempranas del viernes la concentración se realizó desde las 7:30 en la intersección de las Rutas 12 y 43, alrededor de las 8, y tras la bendición del arzobispo, monseñor Andrés Stanovnik, partieron rumbo a dicha localidad.
En su mensaje Stanovnik sostuvo: “Tenemos una cosa muy clara, esto es un peregrino. Este peregrino sabe de dónde viene. ¿Qué significa? Venimos de la experiencia de ser amados por Jesús. Por eso nos ponemos en camino. ¿Hacia dónde? Al encuentro con Él. Es hermoso esto”.
Durante su recorrido los jóvenes peregrinos estuvieron acompañados por sacerdotes y al llegar a la parroquia Santa Ana, hubo una celebración penitencial.