Marcela “La Tigresa” Acuña despidió con respeto y emoción a Alejandra “Locomotora” Oliveras, fallecida este lunes 28 a los 47 años tras sufrir un ACV. Más allá de su histórica rivalidad, destacó el legado de su colega y la importancia de haber recompuesto el vínculo entre ambas.
“Alejandra se ganó ese lugar dentro del boxeo a puras piñas, como ella misma lo decía. Era transparente, no le importaba nada” (M. Acuña).
Su combate en 2008 fue un hito para el boxeo femenino argentino: “Unificamos títulos mundiales, llenamos el Luna Park, dejamos gente afuera. Desde entonces fuimos íconos”, recordó. Aunque la rivalidad duró más de una década, lograron reconciliarse en octubre de 2024.
“Nos abrazamos, reímos y dijimos: ‘Estamos grandes para estas pelotudeces. Sigamos adelante’”, contó Acuña. Coincidieron en dejar atrás diferencias y transmitir un mensaje de unidad: “El boxeo también es amor, fraternidad, confianza, trabajo en equipo”.
Más tarde, en diálogo con Sálvese quien pueda, dijo que Oliveras era “una gran luchadora y guerrera, una campeona de la vida”. Y elogió su potencia en el ring: “Tuve que cambiar mi estrategia con ella. Respetaban su fortaleza. Era una locomotora, se llevaba el mundo por delante”.
También compartían intereses fuera del ring. “Nos quedó pendiente una serie entre las dos. Teníamos proyectos parecidos”, remarcó. Oliveras participó en En el barro, que se estrenará el 14 de agosto en Netflix, mientras Acuña trabaja en La mujer de la fila, un thriller con Natalia Oreiro.

