La participación electoral aumentó en octubre desde las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto, cuando hubo un récord histórico de ausentismo: el 69% de los ciudadanos habilitados votó en esa instancia. Es decir, 10.474.831 las personas que no sufragaron.
Mientras tanto, en las elecciones generales del mes pasado sufragó el 77,6% del padrón, lo que representó un aumento del 7,6% en la participación.
Para esta vuelta, los encuestadores preveían una participación de alrededor del 75%.
La máxima afluencia a las urnas se registró en las elecciones de 1983 y de 1989, luego del regreso de la democracia, con una presencia superior al 85% del padrón. En los años 90 los porcentajes bajaron, pero hasta el 82 por ciento. Luego de la crisis de 2001, el porcentaje perforó el piso del 80 por ciento.
Pero la última elección comparable con esta son las presidenciales de 2019, cuando acudió a las urnas el 80,42% de los votantes. Esa elección se resolvió en primera vuelta.
Las urnas abrieron a las 8 y estarán abiertas hasta las 18.
La jornada se lleva a cabo en un clima de tranquilidad, aunque con denuncias de irregularidades por parte de La Libertad Avanza (LLA). La más grave fue la la detención de un adolescente de 16 años, acusado de robar boletas de Milei en una escuela de la Ciudad de Buenos Aires.
Ante la denuncias desde el espacio de Milei, fuentes de la Justicia Electoral confirmaron que las boletas que tienen cortado el número son válidas de todos modos. “Según el Código, artículo 101, son válidas cuando tienen el nombre del partido y la categoría de los candidatos”, dijeron.
De acuerdo a la ley es una infracción que se “sustraigan, destruyan, sustituyan, adulteren u oculten -antes de la emisión del voto- boletas del cuarto oscuro”.