Como cuando se está a punto de abrir la puerta, el plan que ejecutará el presidente electo Javier Milei aún no tiene una forma concreta, algo distante pero tan cercana a la vez. Una figura detrás de la mirilla para las provincias. Y sobre la cual, sus representantes mantienen cautela.
Nadie quiere dar un paso en falso ante la incógnita de la persona en la entrada que atraviesa una compleja transición con declaraciones en retazos. La privatización de empresas públicas como YPF, el sistema de medios del Estado nacional, dejar Aerolíneas a manos de los trabajadores, el fin de la obra pública porque “no hay plata”, el pago del aguinaldo de los estatales nacionales en duda, conjugan algunos de estos retazos.
Mientras tanto, los dirigentes con cargo de gestión consideran que se debe esperar el 10 de diciembre para conocer los verdaderos alcances del plan económico.
En una reciente entrevista, el Presidente electo anunció que enviará al Congreso un paquete llamado Reforma del Estado. Incluirá un recorte para evitar ir a la hiperinflación, según esbozó el Mandatario. Aún se desconoce los detalles de sus efectos.
Un punto que llamó la atención en esa serie de entrevistas fue que no habría dinero suficiente para la obra pública y que se implementaría un sistema público-privado como en Chile. Desde la oposición salieron a preanunciar el fin de la obra pública.
“Eliminar la obra pública significa dejar a los trabajadores despojados de su trabajo. Hoy hay mas de 500.000 trabajadores de la construcción. Si no lo hace el Estado, ¿quién va a construir un kilómetro de ruta?”, cuestionó en este sentido el gobernador saliente del Chaco, Jorge Capitanich.
“Luna de Miel”
“Escucho cosas del Presidente que me dan dudas pero eso es entrar en la narrativa del miedo y esos clichés”, dijo ayer el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, en una entrevista con La Nación +. Compartió la escena con el correntino Gustavo Valdés. Ambos habían participado de un encuentro de mandatarios en ejercicio y electos de Juntos por el Cambio (ver página 3), quienes analizaron su posición sobre Milei.
“He vivido y trabajado en Chile. La obra en Chile es licitada por el Estado, es obra pública finalmente porque la cuota inicial es de inversión pública”, salió rápido a aclarar el actual senador nacional. Por ello, dijo que cuando se explica esto, se desmontaría la “narrativa” del kirchnerismo.
“No sé qué nos van a quitar, si las obras públicas nacionales están paradas en Corrientes”, ironizó previamente Valdés. Antes del encuentro con los Gobernadores de JXC, el titular del Ejecutivo Provincial. Un poco más optimista, el Gobernador sostuvo que “hay que darle una luna de miel” a Milei, pero que se requiere de “un cambio” urgente ya que esto “fue el mandato de la gente”.
“Ordenar el Estado nacional va a favorecer a las administraciones provinciales. Por más que hoy tengas, como nosotros, sin que nos recorten la coparticipación, equilibrio fiscal, necesitamos un gobierno nacional que no se nos caiga por la cabeza, que no tenga inflación, que sea eficiente, que permita que se generen inversiones extranjeras”, expresó a La Nación +- Para Valdés, este sería “un Estado virtuoso”.
“Necesito como Gobernador… los correntinos y los argentinos necesitamos que la administración pública tenga racionalidad en la inversión, que tengamos equilibrio fiscal”, expresó previamente a Radio Rivadavia. “Tuvimos en la Provincia de Corrientes, salvo cuando Sergio Massa, en una medida intempestiva y demagógica nos mandó una ley que nos tocó la coparticipación. Nosotros accionamos ante la Corte para que nos compense por Tesoro (Nacional) como dice la Ley de Responsabilidad Fiscal”, manifestó en referencia a la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
Y reiteró que “el gobierno nacional” saliente, “castiga a quien piensa distinto”. Por ello, consideró que el envío de fondos discrecionales “no es su problema”, ya que la Provincia habría sufrido discriminación con ATN y obras.
Paralización
Ante una eventual paralización de la obra pública nacional, Valdés evaluó que afectaría negativamente a la Provincia. “Nos preocupa porque hay obras públicas nacionales que están licitadas y hechas por Nación”, indicó el Mandatario correntino previo al encuentro con los Gobernadores de su espacio político a radio Rivadavia.
Señaló que en materia de infraestructura escolar, Nación debe girar unos $15.000 millones. Para la autovía sobre Ruta Nacional N°12, en el acceso a la ciudad, la cual hace más de un año está paralizada, se deberían invertir más de $12.000 millones.
No descartó que en caso de sostenerse la paralización de la obra pública nacional pudiese afectar a los trabajadores de la construcción del sector privado.
Esperar
Más cauto el ministro de Obras Públicas de Corrientes, Claudio Polich, aseguró que aún se debe esperar. “Habría que ver cuál es la política que quiere llevar adelante el nuevo Gobierno nacional, pero nosotros vamos a bregar por los intereses de los correntinos para que puedan ser escuchados, por sobre todo aquellos que tengan que ver con el desarrollo y crecimiento, y para que esto suceda es necesaria la inversión en las obras publicas”, dijo al programa Antes que se Imprima.
“Todos son aproximaciones y uno todavía no puede hacer futurología porque el gobierno todavía no asumió, falta mucho por ver. Lo que sí, por lógica, lo que está iniciado debe terminarse, pero esta es una opinión como ciudadano y ministro”, expresó el funcionario a Radio Dos.
A lo chilena
El presidente electo ratificó un modelo “a lo chileno”. En el país transandino conviven dos sistemas: licitaciones y concesiones. En el caso del primero, como ocurre en Argentina, se le otorga a un privado la obra licitada por el Estado.
En el caso del segundo, el Estado establece una serie de obras prioritarias y el capital inicial, por ejemplo, una ruta, y los privados se encargan de completar su financiamiento y ejecución a cambio de la explotación de algún servicio, por ejemplo, el peaje. Uno de los inconvenientes es considerar qué ocurrirá con obras que no generan beneficios para los privados pero sí para la sociedad como cloacas o fibra óptica, donde no llega el mercado.