Sequía: “Habrá una importante merma de mandarinas y naranjas”.

Desde una Cooperativa Citrícola de Monte Caseros advirtieron que la sequía traerá consecuencias negativas en el mercado interno después del primer trimestre de 2023. Y los precios podrían verse afectados sino se cubre la demanda con cargamentos importados.

La citricultura es una de las actividades que más fueron perjudicadas en el último año a consecuencia de la sequía y las altas temperaturas. Productores locales anticipan que para la campaña 2022/23 no sólo habrá escasez de las frutas, sino también que las que se comercialicen perderán tamaño y sabor.

Fuentes de la Federación de Cooperativas de Productores Cítricos de Corrientes estimaron, en comunicación con época, que la producción caerá alrededor de un 25% para el año próximo. “La situación es peor que el 2021, hay menos fruta y la que se encuentra sobre la planta es de menor calidad”, sostuvo una voz que se dedica a la actividad desde Monte Caseros y pidió reservar su identidad.

“Los primeros números podremos conocerlos desde febrero, por ahora no tenemos más precisiones pero es seguro que habrá una merma importante de mandarinas y naranjas”, comentó el productor.

En citricultura, la provincia posee 30.000 hectáreas distribuidas en dos Cuencas: Zona I de Bella Vista / Concepción / y Zona II de Monte Caseros / Mocoretá. A fines de febrero de 2022, tras los relevamientos de los incendios, la Coordinadora de Entiendes Productivas de Corrientes (CEP) estimó “un 50% aproximadamente de pérdida de fruta” que equivalen a 72 millones de kilogramos. La Zona II fue la que manos impacto tuvo debido a un registro pluviométrico más favorable.

Pese a este panorama desfavorables desde principios de año, la fuente consultada se mostró segura y descartó que productores locales abandonen la actividad. “En este sector estamos preparados, hay años que nos toca seca y otros años que no”, sostuvo.

¿Cómo incidirá en los precios?

El referente comentó que ante la oferta de una fruta de menor tamaño y sabor, los precios a los que se deberían ofrecerse serían relativamente bajos en el mercado interno. “Un aspecto que puede modificar esta probabilidad es que la escasez sea aún más acentuada y haya menor oferta por lo que los comercializadores se verán obligados a subir los precios”, analizó. Otra posibilidad que manejan es que, ante la faltante, los vendedores traigan producción desde otros países de la región. “En estos casos el mercado es quien tiene la última palabra”, concluyó.

Más crítica es la situación que manifestaron la prensa gráfica porteña desde San pedro (Buenos Aires). Allí calculan que sólo podrán rescatar un 15% de la producción. “El año que viene va a ser de muy poca producción, casi nada”, destacó Raúl Víctores, dirigente de la Sociedad Rural de San Pedro.

Alarmante informe de entidades del campo


La Coordinadora de Entiendes Productivas de Corrientes aseguró en un reciente informe que se está dando una situación límite en la estructura de las plantas, dada la poca absorción de humedad por raíces.

“La falta de precipitaciones favorece a las plagas, lo que obliga a mayores pulverizaciones y costos”, agregaron sobre la realidad del sector citrícola.

“En cuestión de producción, en el invierno no hubo precio para comercializarla. Fue de escasa a casi nula la floración para la campaña de verano 22/23”, sentenciaron. Sólo los establecimientos con sistemas de riego pudieron mantener una planta razonablemente fuerte.

“Se estima una pérdida de frutas de entre el 50 y 80% y ya se observa un daño reflejado en la calidad, sumado a la falta de tamaño por déficit de humedad”, enumeraron entre los principales problemas.

También faltarán limones

La Asociación de Citricultores de Bella Vista advirtió hace una semana, en una entrevista con diario época, que la escasez de la fruta ya se está sintiendo en la provincia. Y sólo la llegada de cargamentos desde Tucumán puede evitar que los precios se disparen en lo que resta del verano.

A diferencia de lo que pasa con las naranjas y mandarinas, la falta de limones ya se evidencia en las verdulerías locales con cotizaciones por unidad que llegan a los $30.

Fuente: Diario Época.

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