Lo dijo a época Carlos Gold, titular de la Cámara de Estaciones de Servicio de Corrientes (CESCOR). Enumeró las medidas implementadas por el Gobierno saliente e hizo observaciones en torno a lo que espera de quienes tomarán el poder el 10 de diciembre.
El Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner transita sus dos últimas semanas de gestión para darle paso a Javier Milei y Victoria Villarruel a partir del 10 de diciembre.
En virtud del fin del ciclo, época dialogó con Carlos Gold, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Corrientes (CESCOR), para conocer cómo evalúan desde ese sector a la gestión saliente y qué esperan de la que tomará el poder.
“El Gobierno de Fernández aplicó, en los últimos dos años, una política que resultó muy desfavorable para el sector del expendio de combustibles porque usaron al precio a boca de surtidor como variable de ajuste”, explicó el mencionado y sumó: “En primer término aplicaron un congelamiento de precios desde mayo de 2021 a enero de 2022, período en el que la inflación rondó el 60% en el país, lo que dejó a las claras que el congelamiento no sirvió para frenar el encarecimiento general del costo de vida”.
En continuidad, Gold remarcó: “Luego, se implementó un sendero de precios, con incrementos mensuales con un tope del 4%, desde noviembre de 2022 a agosto de 2023. En esta etapa, la inflación fue prácticamente el doble de lo que subieron las naftas”.
“Como si eso fuera poco -prosiguió- luego decidieron un nuevo congelamiento de tres meses, hasta el 31 de octubre pasado, a pesar de que hubo unas leves oscilaciones. En definitiva, se aplicó una política de retracción de precios, cuando el resto de la economía creció al ritmo de la inflación y eso hizo que hoy exista una importante distorsión en los precios”. Con respecto de la gestión que asumirá el 10 de diciembre, el referente gremial empresarial anticipó que “es tarea de este nuevo Gobierno corregir la distorsión; entiendo que no podrá hacer de manera automática, sino que será gradual porque de lo contrario afectará mucho a la economía de los consumidores”.
Por último, esbozó: “Esperemos que haya políticas claras en cuanto a los hidrocarburos y que esas medidas que se apliquen permitan el resurgimiento del sector estacionero como uno de los engranajes más importantes en la cadena productiva”.
Automotrices no logran pagar sus insumos
La realidad de las empresas que dependen de insumos intermedios importados para su producción es cada vez más compleja, ya que tras meses de Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) aprobados a cuentagotas, luego del resultado electoral el grifo parece haberse cerrado definitivamente hasta el 10 de diciembre. Eso creen los principales dirigentes de las empresas.
En este caso, la industria automotriz argentina está dando señales preocupantes. Desde el lunes posterior a las elecciones generales del 22 de octubre no les autorizaron más pagos al exterior para cancelar compromisos de las automotrices ni de los autopartistas, volviendo crítico el nivel de stock en la cadena de producción y suministro.
A punto tal que algunas líneas de producción decidieron frenar una semana preventivamente para “reordenar el flujo de insumos importados” y se pueda planificar un nuevo ritmo de producción. El freno intempestivo de la cadena de producción sería mucho más costoso que uno planificado.
Ford, por ejemplo, adelantó una semana de vacaciones proyectada en julio de 2024, para el próximo lunes 11 de diciembre. La razón esgrimida es reacomodar su stock y el de los proveedores que están en situación crítica hace más de 45 días. Con esa pausa en la semana de asunción del Presidente electo esperan recomponer los buffers de autopartes que permiten producir sin interrupciones repentinas, tanto propias como de terceros.