Las manifestaciones se produjeron en Saqez, ciudad natal de Mahsa Amini, la joven asesinada por la Policía de la Moral y que se convirtió en un icono de las protestas sociales contra el régimen.
Nuevos casos de envenenamientos en centros educativos femeninos provocaron este domingo protestas en Saqez, ciudad natal de Mahsa Amini, la joven cuya muerte tras ser detenida por llevar mal puesto el velo musulmán desató una revuelta contra la República Islámica de Irán.
“Se están produciendo confrontaciones entre la población y las fuerzas gubernamentales en la ciudad”, informó Hengaw, una ONG kurdo-iraní, con sede en Oslo.
Activistas compartieron en redes sociales videos de carreteras cortadas y de manifestantes frente a colegios gritando eslóganes contra la República Islámica en Saqez, en el Kurdistan iraní, zona que ha sufrido fuertes protestas en los últimos meses.
Los manifestantes gritaban “muerte a Khamenei”, en referencia al líder supremo del régimen persa, y llegaron a quitar banderas de Irán de un edificio.
Los activistas también compartieron imágenes de padres cargando a sus hijas después de que su instituto sufriera un ataque con gas.
Otras ciudades como Isfahan o Sanandaj también sufrieron este domingo ataques con un supuesto gas, según informaron grupos de activistas como 1500tasvir.
Un hombre carga a su hija intoxicada
Irán ha sufrido una ola de envenenamientos con gas que comenzó a finales de noviembre en la ciudad santa de Qom y que se multiplicó en febrero y marzo.
Tras un parón durante las vacaciones del año nuevo persa (Noruz), los ataques con gas han reaparecido en las escuelas e institutos iraníes.
Alrededor de 5.000 alumnas de 230 centros educativos en 25 de las provincias iraníes se habrían visto afectadas, según los datos proporcionados en marzo por el parlamentario Mohammad-Hassan Asafari, miembro de una comisión que investiga las intoxicaciones.
El régimen iraní ha arrestado a más de 100 personas por su presunta responsabilidad en los envenenamientos, que ha atribuido a enemigos del país.
Los envenenamientos están provocando nuevas tensiones en el país persa y algunos padres los vinculan con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses, que se habían calmado tras una fuerte represión estatal.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron “mujer, vida, libertad” e hicieron gestos de desprecio a retratos de Khamenei y del fundador de la República Islámica, el ayatollah Ruhola Khomeini.
Un grupo de mujeres llevan una máscara antigás para recordar los envenenamientos por gas tóxico en centros educativos femeninos en Irán (Stefano Guidi/Getty Images)
Medios locales informaron este sábado que al menos 60 niñas resultaron intoxicadas en varias escuelas del país. Al menos “60 estudiantes fueron envenenadas (el sábado) en una escuela de niñas de Haftkel”, en la provincia de Jozestán (suroeste), indicó la agencia de noticias Iribnews, citando a un funcionario local.
Otras niñas también fueron intoxicadas en “cinco escuelas de Ardabil, en el noroeste”, donde mostraron “síntomas de ansiedad, dificultad para respirar y dolor de cabeza”, añadió la misma fuente.
En Urmia, capital de la provincia de Azerbaiyán occidental (noroeste), “un número indeterminado” de alumnos de una escuela primaria también se vieron afectados “después de una proyección de gas”, indicó la agencia Ilna, sin dar más detalles.
El líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, había pedido el 6 de marzo “penas severas”, incluida la pena de muerte, contra las personas que serían consideradas responsables de estos envenenamientos.
Con información de EFE y AFP.