Las tropas de Putin los enviaban a atacar la infraestructura civil, pero ahora les sumaron otras misiones. Según las autoridades en Mykolaiv, los invasores sufren escasez de misiles
El jefe de la administración militar regional de Mykolaiv, Vitaliy Kim, afirmó este lunes en televisión que las tropas rusas utilizaron por primera vez drones kamikaze “Shahed-136″, de fabricación iraní, en la línea del frente en el sur de Ucrania y no sólo contra la infraestructura civil.
“Hoy se han producido dos ataques con drones “Shahed” sobre el pueblo de Shevchenkove. Este es el primer uso en la línea del frente, no los ataques terroristas a la infraestructura civil por parte de los rusos. Al parecer, decidieron que no pueden llegar a ninguna parte y empezaron a utilizarlos a lo largo de la línea del frente”, dijo Kim en declaraciones recogidas por la agencia Unian.
En tanto, el jefe de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Kyrylo Budanov, afirmó que algunas reservas de misiles están casi agotadas, pero que “el terror con el uso de ‘Shaheds’ puede durar realmente durante mucho tiempo”.
En una entrevista a Ukrainska Pravda, indicó que Rusia ha encargado alrededor de 1.700 drones de todo tipo y precisó que aún tienen que ser fabricados.
Indicó que cada entrega es de unas 300 unidades y que actualmente los rusos están utilizando el segundo lote.
Agregó que hasta el pasado día 22, las fuerzas rusas han utilizado unos 330 “Shahed”, de los cuales 222 -aproximadamente el 70%- fueron derribados.
No obstante, “otros, en una u otra medida, alcanzaron sus objetivos” o cayeron en un lugar cercano, “pero el 30% de los drones alcanzaron su objetivo”, subrayó.
En lo que respecta a las reservas rusas de misiles, señaló que en el caso de los “Iskander” quedan un 13 %; en el de los Kalibr-PL y Kalibr-NK, un 43%, y en el de los J-101 y J-555, un 45%.
“Es muy peligroso caer por debajo del 30%”, lo que se considera ya una reserva de emergencia, precisó.
Hace tiempo que la situación en lo que respecta a los “Iskander” es crítica, mientras que en cuanto a los “Kalibr” y J-101 y J-555, los rusos “siguen intentando mantenerse de alguna forma dentro de sus normas”, agregó.