Un nene de 10 años murió tras sufrir una descarga eléctrica en un hotel mientras estaba de vacaciones con su familia en Blackpool, una localidad al noroeste de Inglaterra. La víctima fue identificada como Jack Piper-Sheach y se estaba hospedando en Hotel Tiffany’s del Promenade.
La tragedia ocurrió el 3 de septiembre del año pasado mientras disfrutaba de un viaje junto a su mamá Kelly, y su tía y abuela. Sin embargo, Tribunal Forense publicó recién ahora los detalles de la investigación.
Tras el accidente, Jack fue trasladado de urgencia a un hospital infantil en Liverpool y quedó internado durante cuatro días en estado crítico. A pesar del esfuerzo de los médicos, el chico no resistió y murió.
La Policía inició una investigación sobre el caso y ordenaron la autopsia del cuerpo. Así fue cómo concluyeron que el nene de 10 años sufrió un paro cardíaco prolongado, causado por una lesión por un choque eléctrico.
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“Fue llevado al hospital con heridas consistentes con haber entrado en contacto con un alto voltaje de electricidad y muy tristemente murió en el hospital ayer (jueves 7 de septiembre). Su familia estaba junto a su cama y nuestros pensamientos están con ellos en este momento”, comentó un efectivo en ese entonces.
De acuerdo a lo que informó Telegraph Lancashire, el hotel cerró sus puertas y, durante la investigación, se reveló que no recibía controles de inspección eléctrica desde el 2020. Aparentemente, al momento del hecho, se estaban realizando arreglos en el sistema.
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“Estamos desconsolados por la noticia que hemos recibido hoy. La seguridad y la comodidad de nuestros huéspedes siguen siendo nuestra prioridad número uno”, manifestaron desde el Hotel Tiffany’s en un comunicado. Pese a ello, el hospedaje volvió a abrir sus puertas y continúa en funcionamiento hasta el día de hoy.
A su vez, la tía de la víctima organizó una colecta de fondos para que los padres puedan comprar su lápida y publicó una conmovedora carta de despedida a su sobrino: “No estábamos preparados para perder a nuestro pequeño con tan solo 10 años. No merecía que nos lo quitaran tan repentinamente. Gracias por ayudar a nuestra familia en el peor momento de nuestra vida”.