Tres ejemplares de venado de las pampas llevan radiocollares satelitales que servirán para hacer una vigilancia de protección y monitoreo de los desplazamientos por el gran parque de los esteros del Iberá. Así lo hizo conocer la fundación Rewilding Argentina con la idea de supervisar las amenazas a las que están expuestos.
También destacaron que en 2009 se inició el proyecto para devolver al Iberá las espectaculares manadas de venados de las pampas, un herbívoro clave para la salud de los pastizales y la población no para de crecer, lo que motiva que algunos ejemplares salgan del territorio protegido de los esteros, y eso hace necesario el relevamiento de sus hábitos de desplazamientos y un mejor estudio que permita una protección efectiva de los animales que deambulan por el humedal.
Destacaron que el venado de las pampas es una especia que se encuentra extinta en casi toda su área de distribución, que en otros tiempos iba desde El Impenetrable chaqueño hasta el este de Chubut.
“Los collares cuentan con paneles solares que alimentan la batería y alarga la vida útil del transmisor, que también cuenta con GPS por lo que se los puede seguir aunque no estemos en el lugar, para hacer un mejor control de sus desplazamientos y hábitos”, explicó Fernando Distel, coordinador de Conservación en Rincón del Socorro,
“Hoy nos alegra poder decir que la población de venados de Iberá es la mayor población de esta especie dentro de un área protegida”, informaron desde la fundación
Este proyecto se suma también a la reintroducción del felino más grande del humedal que son los yaguaretés, cuyos primeros ejemplares fueron liberados en el Parque Iberá en enero de 2021 tras 70 años de extinción en la zona.
Registros de nuevos cachorros en cámaras trampa muestran que al menos 16 individuos habitan en Corrientes, donde hace dos años y medio no había yaguaretés y que es ahora la provincia de argentina con la mayor cantidad de estos felinos.
Las cámaras trampa se encuentran en cada uno de los montes de la Isla San Alonso, en el corazón del Gran Parque Iberá. Fueron colocadas allí por personal de la fundación Rewilding Argentina y por científicos del CONICET con el objetivo de monitorear la incipiente población de yaguaretés de Iberá.