El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, descartó la posibilidad de presentar la renuncia luego de haber sido atacado a golpes por colectiveros que protestaban por el asesinato de un compañero de trabajo.
“¿Por qué tengo que renunciar? Lo que vamos a hacer es redoblar el esfuerzo y seguir trabajando”, planteó en la puerta del Hospital Churruca, hacia donde fue trasladado este mediodía luego del escándalo que protagonizó en General Paz y ruta 3.
El funcionario planteó además dudas sobre el crimen del chofer Daniel Barrientos. “No es un hecho habitual, nadie asalta un colectivo así, cuando uno investiga estos casos no es el modus operandi habitual”, aseguró.
De acuerdo a la versión que maneja Berni, los delincuentes cruzaron dos vehículos para detener la marcha del interno de la línea 620 que manejaba Barrientos. Además utilizaron pistolas calibre 40, algo inusual.
Si bien en un principio se creía que el chofer falleció en medio de una balacera entre un policía que viajaba en el micro y los delincuentes, los investigadores analizan ahora otra hipótesis que indica que el conductor fue asesinado a sangre fría y luego se desató la balacera.