La Secretaría de Agricultura señaló que desde esa fecha deberá implementarse el sistema de troceo de manera obligatoria, y que impondrá sanciones a quienes lo incumplan. Matarifes y frigoríficos de consumo interno concurrirán a la Justicia para frenar la medida. Mientras que los exportadores respaldan la resolución.
Pese a algunos cuestionamientos que surgieron desde la cadena cárnica, el Gobierno ratificó que el 1° de noviembre vence el plazo para la comercialización de las medias reses bovinas, que deberán ser reemplazadas por el sistema de troceo, cuyos pesos individuales no superen los 32 kilos.
“La medida busca promover condiciones de trabajo saludables para los trabajadores de la industria de la carne, que se ocupan de su descarga. Se trabaja en conjunto con el Senasa para el control y cumplimiento de la normativa”, informó la Secretaría de Agricultura, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA).
Asimismo, desde el Gobierno señalaron que el cumplimiento de la normativa “es de carácter obligatorio para todos los establecimientos faenadores de tránsito federal, provincial y municipal ubicados dentro del territorio nacional, sin excepciones”.
Desde la cartera agropecuaria además destacaron “el importante número de establecimientos identificados, que ya se encuentran comercializando sus productos (medias reses en trozos)”.
Asimismo, precisaron que solamente podrán trasladarse medias reses de establecimientos faenadores a plantas habilitadas oficialmente como despostadero, fábricas de chacinados, de carnes y productos conservados y/o depósitos frigoríficos prestadores de frío. Todos estos establecimientos además deben estar inscriptos en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) y contar con la correspondiente habilitación sanitaria y comercial.
Asimismo, la DNCCA informó que continuará con los programas de fiscalización a los operadores de la cadena cárnica. “Estas actividades comprenderán inspecciones a plantas y depósitos, así como controles en los transportes durante las descargas de carne, para verificar el correcto troceado y transporte junto con la identificación de cada uno de los trozos producto del fraccionamiento de la media res, en cumplimiento con la Resolución SAGPyA 400/2001″.
A su vez, advirtieron que, a partir de la fecha indicada, todos aquellos establecimientos y operadores que no cumplan con la normativa vigente serán objeto de sanciones, las cuales pueden incluir multas, clausuras y/o suspensiones de matrícula en el RUCA, entre otras cosas. En este marco, destacaron el rol que tendrá el Senasa en las tareas conjuntas para el control y cumplimiento de la normativa.
Por último, desde Agricultura recordaron que el Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en 2003 reconoció los trastornos de salud relacionados con el trabajo y aprobó especificaciones técnicas sobre ergonomía y levantamiento manual de cargas.
“Posteriormente, se dictaron normas específicas para la industria de la carne en el 2020, cuya implementación no ha avanzado en la medida deseada, por lo cual la cartera agropecuaria nacional participó reforzando las acciones mediante la mencionada Resolución Conjunta 4/2021 y la Resolución Conjunta 10/2021″, concluyó el comunicado oficial.
Posiciones encontradas en la cadena cárnica
En el sector cárnico hay posiciones disímiles sobre el sistema de troceo. Los frigoríficos exportadores consideran que es indispensable su implementación para la mejora en las condiciones de salubridad para los trabajadores y garantizar una mayor transparencia de la cadena, entre otras ventajas. Pero los frigoríficos de consumo interno y los matarifes advirtieron que se necesita de un mayor período de tiempo para su implementación, ya que las condiciones estructurales aún no estarían dadas en muchas plantas.
Es el caso de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) y la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), que presentarán un recurso de amparo para frenar la medida.
El vicepresidente de Camya, Sergio Pedace, afirmó: “Afecta los derechos constitucionales de muchos, porque discriminan al mayorista con el minorista. ¿Por qué no podemos bajar la media res con medios mecánicos al comercio minorista? Esto no es ninguna modernización”.
El secretario de Fifra, Javier Peralta, evaluó que el sector exportador fue el que impulsó esta medida, pero que el resto de los frigoríficos, matarifes y abastecedores coinciden en que aún no están dadas las condiciones para que entre en vigencia la norma.
“Respecto de cuidar la salud de los trabajadores, todos estamos de acuerdo. La media res tarde o temprano se va a acabar, pero pedimos algunas modificaciones, estamos en contra de cómo se ha hecho. La medida, así como está, a lo que apunta es a la desaparición de muchos frigoríficos y carnicerías”, aseguró.
El vicepresidente de Fifra, Daniel Urcía, remarcó: “No conocen la realidad de la actividad, modelizaron de manera teórica un sistema que no es aplicable en lo inmediato. Por esto, hemos presentado una propuesta superadora que es contemplar la utilización de los medios mecánicos, como pueden ser poleas y guinches eléctricos”.
Sin embargo, a diferencia de lo que esgrimen desde estas entidades, desde el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), que lidera Mario Ravettino, respaldan la medida y resaltaron, al igual que ya lo hicieron días atrás en una conferencia de prensa, los beneficios que tendría para la salud de los trabajadores.
“Una de las principales razones por las cuales es necesario implementar el cuarteo es por la salud de los trabajadores. El cuarteo cuida su salud, ya que dejarán de cargar sobre sus espaldas las medias reses que pesan entre 80 y 120 kilos”, señalaron, entre otros argumentos.