LA DOLARIZACIÓN EN ARGENTINA: VISIONES ERRÓNEAS Y CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

(Corresponsalía Buenos Aires) – La dolarización en Argentina ha sido objeto de debate y controversia, especialmente con la irrupción de Javier Milei, líder del partido político La Libertad Avanza. Sin embargo, un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) advierte sobre las condiciones inadecuadas para llevar a cabo esta medida en la economía argentina.

En el documento titulado “Dollarization dynamics”, el economista argentino Ivan Wering, junto con otros investigadores, examinó casos de dolarización en países como Ecuador y Zimbabue, así como situaciones inversas como en Panamá, donde se abandonó el dólar y se adoptó una moneda nacional.

El informe destaca que cambiar los pesos argentinos por dólares sin tener suficientes reservas en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) podría desencadenar un “parate repentino”. Esto implicaría una caída en el consumo de bienes transables y una brusca apreciación de la moneda, lo que a su vez llevaría a una depreciación de los salarios y a una disminución de los precios internos. Asimismo, se prevé una inflación positiva como consecuencia de esta medida.

Los investigadores del MIT concluyen que, en el contexto actual, la dolarización en Argentina resultaría en una recesión inicial, incluso si se permite un ajuste de los precios y los salarios. Sin embargo, señalan que posteriormente podría haber una recuperación de la actividad económica.

Además, un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) señala que los salarios dependerían del tipo de cambio establecido al momento de dolarizar la economía. Según este informe, con un tipo de cambio de $980 por cada dólar, el salario mínimo en Argentina sería aproximadamente de $90.

En resumen, el estudio del MIT pone de relieve las condiciones desfavorables para la dolarización en Argentina en la situación actual. Se advierte sobre los posibles impactos negativos, como una recesión inicial y una depreciación de los salarios. Así, se destaca la visión errónea de aquellos que promueven esta medida sin considerar los factores económicos y las reservas suficientes para respaldarla.

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