Continúa la polémica por la emisión de un bono del Banco Central de la República Argentina (BCRA) destinado importadores de bienes y servicios con deuda comercial pendientes de pago. El anuncio fue hecho un día después del paquete de medidas anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, que incluyó un de las mayores devaluación de los últimos años.
A través de la Comunicación A “7918”, la autoridad monetaria confirmó la creación de la Nota del BCRA denominada Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), con un plazo máximo de vencimiento previsto para el 31 de octubre de 2027. La medida beneficiaría a innumerables importadores y grupos económicos por un monto total de 30.000 millones de dólares, lo que llevó a muchos referentes de la oposición a hablar de una virtual “estatización” de la “deuda privada” al estilo de la que hizo el ex ministro de Economía Domingo Cavallo cuando era fundionario de la dictadura en el BCRA, en 1982.
Para el economista presidente del partido Unidad Popular y ex funcionario del gobierno de Alberto Fernández, Claudio Lozano, en el monto a asumir por el Estado Nacional es todavía superior: “Ascienden a unos US$ 37.000 millones hasta junio de 2023, de los cuales, US$20.000 son deudas de empresas con otras del mismo grupo empresario, por lo general sucursales en la Argentina que tienen deudas con sus casas matrices”.
De acuerdo a la información oficial vertida desde el gobierno de Javier Milei, del instrumento (Bopreal) solo podrán hacerse los importadores de bienes y servicios con operaciones pendientes de pago. Su rendimiento será del 5% anual en dólares.
La comunicación oficial detalla: “La suscripción será en pesos al tipo de cambio de referencia publicado por el BCRA en función de la Comunicación “A” 3500 correspondiente al día hábil previo a la fecha de licitación. Y la moneda de pago será en dólares y la amortización también será en moneda estadounidense con la posibilidad de que sea “íntegra al vencimiento o con esquema de amortizaciones parciales, según se defina oportunamente. La cancelación anticipada, por su parte, solo podrá ser en pesos dollar linked. La tasa nominal anual (TNA) máxima del bono será del 5%”, dice la comunicación emitida este miércoles por el BCRA.
Myriam Bregman, ex candidata a presidenta, y Nicolás del Caño, ambos del Frente de Izquierda. “Otra vez se les ocurrió una idea bárbara, estatizar deuda privada”, dijo Bregman y agregó: “Ayer Caputo dijo que el déficit fiscal -producto del gasto social, sugería- es el que lleva a tomar deuda. Hoy vuelve a cargarle al Estado las deudas de los privados, asumiendo la deuda por importaciones impagas y convirtiéndolas en deuda pública. Parece natural, pero no lo es”.
En otro orden de cosas, planteó que “es sospechable la razón por la que se larga esto con tanta rapidez” ya que, señaló, “una de las empresas que tiene mayor deuda comercial es Mirgor, que es del primo de Luis “Toto” Caputo, Nicky Caputo, que opera en Tierra del Fuego” como ensambladora de componentes electrónicos importados.
Según explican economistas opositores, el Bopreal funciona así: “La empresa A de Argentina le debía dólares a la empresa B del exterior. Ahora compra ese bono en pesos al Banco Central, lo usa para pagar su deuda afuera, por lo que esta empresa ahora pasa a ser acreedora del Estado. O sea que el Estado, más precisamente el Banco Central, va a acumular una deuda en dólares -que antes no tenía- para rescatar estas empresas”.
Pero los críticos dicen además que no se trata de “pymes”. “La mayoría son empresas muy grandes y que con Alberto Fernández ya habían accedido privilegiadamente a dólares baratos”, agregan. Pero esas empresas importadoras compran esos bonos en pesos hoy y cobrarán -también- en dólares en 2027 con una tasa de interés del 5% anual, “lo que va a incrementar el déficit”.
¿Pero qué hubiese pasado si esas empresas importadoras compraban dólares en el contado con liquidación? Esas empresas tendrían que haber pagado 1.100 pesos por dólar en lugar de 800 pesos, como el oficial lo cual las beneficia -además- con un descuento de hecho del 30%. En términos globales: 8.000 millones de dólares.
Otro agravante: el grueso de esta deuda privada es entre empresas del mismo grupo, lo cual tiñe aún más de sospechas a la medida.
Polémica por una medida del BCRA que asume más de US$ 30.000 M de deuda privada
Comentarios de Facebook