Por Juan Pablo Peralta desde Casa Rosada
El presidente Alberto Fernández estuvo al frente e una reunión de Gabinete que hizo convocar a Agustín Rossi con la participación estelar de Sergio Massa, es decir, con la fórmula presidencial oficialista. El cónclave fue realizado con la pretensión de bajar la espuma que generó el cierre de listas y las duras criticas de Cristina Kirchner al sector del ex Frente de Todos que se denomina albertismo, por intentar imponer una interna en el peronismo. Salvo dos ministros que faltaron por cuestiones de agenda, estuvieron la mayoría, y en particular los que quedaron más heridos luego de las declaraciones de la Vicepresidenta, especialmente la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y el canciller Santiago Cafiero.
Terminado el encuentro, fue Rossi el encargado de hablar frente a la prensa acreditada, a la que sólo se le permitió hacer tres preguntas. En ese contexto, el jefe de Gabinete dio detalles de lo que expuso el titular del Palacio de Hacienda con respecto a las negociaciones con el FMI y minimizó las diferencias del pasado con el líder del Frente Renovador. En esa línea convocó a mirar hacia adelante. Siguiendo la lógica gubernamental, optó por echar culpas a la administración de Cambiemos por el endeudamiento y la suba de la inflación, argumentando que a esta administración le dejaron un IPC del 55 por ciento, evitando así, referirse a que en la gestión del tigrense ese valor se haya incrementado al 114,2%.