Detenidos por vender drogas en un barrio de Corrientes

Una mujer y dos hombres fueron detenidos por la Policía Federal acusados en el delito de narcomenudeo. Habitan el lugar donde había una llamativa actividad a toda hora del día. Descubrieron cocaína, marihuana, más de medio millón de pesos y balanza de precisión. En el lugar se hallaban dos niños. 

Los “clientes” aparecían a cualquier hora del día. Ya sabían cómo era la modalidad para conseguir dosis de cocaína o de marihuana, previo pago a alguno de los vendedores, sin importar la presencia de menores de edad. El delito desbaratado por la Policía Federal Argentina (PFA) ocurría en un inquilinato del capitalino barrio Plácido Martínez.

Como saldo de una investigación, con el posterior allanamiento, detuvieron a una mujer y a dos hombres señalados como parte de una banda o “clan” que proveía de sustancias ilícitas a un buen número de personas, muchas de ellas vinculadas a delitos de robo.

El procedimiento concretado de parte de la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales “Corrientes” de la PFA se produjo en un inmueble ubicado en cercanías a la esquina de Pasaje Garpuchos y calle Agustín Pedro Justo.

Decenas de envoltorios con forma de “alitas” cargadas de clorhidrato de cocaína; bolsitas de picadura de marihuana; una balanza de precisión; celulares y más de medio millón de pesos en efectivo fueron decomisado durante el allanamiento.

En la vivienda transformada en un inquilinato, donde habitan numerosas personas, entre ellas un bebé y otros dos chicos de 5 y 7 años, hallaron recortes de polietileno listos para el fraccionamiento de estupefacientes.

La fuerza de seguridad puntualizó que el operativo de irrupción al “kiosco” de drogas se produjo con una orden emitida por el Juzgado Federal. “Con las pruebas obtenidas durante la investigación, los efectivos desplegaron un allanamiento que permitió desbaratar la estructura delictiva”, dijeron.

A modo de pantalla en el lugar, la mujer involucrada ofrecía a la venta prendas de vestir y productos de cosmética. Parece que así disimulaba o pretendía tapar un poco sobre la actividad ilícita. Lo que realmente sucedía en el inquilinato ya no podían ocultarlo y en la barriada era un “secreto a voces”.

Eran tanto los movimientos en la cuadra que en más de una ocasión generaron diversas quejas y hasta discordia con otros habitantes de la zona, porque los compradores llegaban en estado de alteración, a molestar, buscar pleito y cuando lo hacían en motos, por ejemplo durante la madrugada, generaban ruidos estruendosos con los caños de escape.

Además, trascendió que uno de los hombres detenidos cuenta con antecedentes relacionados a robos.

Otra modalidad para el comercio de las dosis, según detectaron los investigadores de la PFA, era el desplazamiento de estas personas hasta una plaza y allí realizar el encuentro con adultos y menores. Previo a esto, presuntamente, mantenían comunicación vía telefónica.

Para recabar las pruebas necesarias los detectives de la PFA concretaron seguimientos, vigilancia y otras tareas a lo largo de semanas.

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