La mujer trabajaba ayer a la madrugada. Un hombre simuló ser un cliente y cuando ella lo atendía, rejas de por medio, quiso agarrarla y después entrar.
Una mujer que trabaja en un kiosco de atención las 24 horas vivió segundos dramáticos cuando un delincuente que simulaba ser cliente trató de agarrarla y después entrar al comercio con fines de robo.
El episodio fue registrado mediante una cámara de seguridad interna y las imágenes comenzaron a ser reproducidas en el portal y redes sociales de época. Los comentarios de lectores no tardaron en multiplicarse (Ver aparte).
El malviviente a cara descubierta llegó al negocio de calle San Francisco de Asís y Alejandro Dumas, barrio 17 de Agosto, unos minutos pasadas las 4 de ayer.
Rejas de seguridad de por medio, el hombre solicitó un producto a la trabajadora, quien con recaudo se acercó al falso cliente y de repente fue blanco de la agresión.
Con uno de los brazos estirado entre los barrotes alcanzó a sujetar de los cabellos a la mujer en procura de atraparla. Se presume que el delincuente quería que su víctima abra la puerta para poder ingresar a sustraer dinero de la recaudación.
La damnificada ofreció resistencia y evitó caer en manos del asaltante, quien en un segundo intento comenzó a forzar las rejas.
El malhechor amagaba tener un arma debajo de las ropas y pedía que la mujer destrabe la cerradura.
Al final, mientras observaba a sus costados, temeroso a ser descubierto, decidió escapar a la carrera en dirección a la esquina de calle Perito Moreno.
La Policía fue alertada de la tentativa de robo. Intervino de oficio la comisaría seccional Decimoctava.
Con el material fílmico dieron inicio a la búsqueda del autor del delito, sin que hasta anoche haya novedades respecto a su identificación o captura.