La Policía de Corrientes lamenta la pérdida del Comisario Mayor (R) Manuel Roberto González, quien falleció a los 80 años. Con una trayectoria de 37 años en la institución, destacó como custodio de Juan Pablo II en 1987 y dejó un legado imborrable en la seguridad y el servicio a la comunidad correntina.
La Policía de Corrientes y la comunidad en general se despiden con pesar del Comisario Mayor (R) Manuel Roberto González, quien falleció este martes a los 80 años de edad. Con una destacada carrera de 37 años en la Policía de Corrientes, González dejó un legado imborrable en la institución y en la sociedad correntina.
El Comisario Mayor González no solo se destacó en distintas áreas de la Policía, sino que también dejó una huella en el ámbito deportivo, siendo reconocido por su entrega y dedicación. Autoridades de la Policía expresan su dolor ante esta irreparable pérdida.
El ministro de Seguridad, Buenaventura Duarte; el subsecretario de Seguridad, Osvaldo de los Santos García; el jefe de la Policía, comisario general (Dr) Alberto Arnaldo Molina; el subjefe de Policía, comisario general Jorge Andrés Cristaldo, junto con directores de la plana mayor, lamentan la partida de este valioso integrante de la fuerza.
También se suman a las muestras de dolor oficiales y suboficiales en actividad y en situación de retiro, quienes despiden con tristeza a un colega con una destacada trayectoria. González recorrió comisarías, fue director de unidades regionales, jefe del Registro Provincial de Armas (Repar) y director de Relaciones Policiales, entre otros cargos relevantes.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue la responsabilidad de comandar la custodia del Papa Juan Pablo II durante su visita a Corrientes en 1987, un honor que refleja la confianza depositada en su profesionalismo y lealtad.
Los restos del Comisario Mayor González son velados en Cochería De Bonis, donde la Policía de Corrientes rendirá homenaje con los honores correspondientes a su jerarquía. En el ámbito familiar, González fue padre de cuatro hijos, abuelo de cinco nietos y compartió su vida con su esposa Gladys.