Un efectivo de la Prefectura Naval Argentina, fue detenido en la madrugada de ayer por la policía, luego de efectuar varios disparos de arma de fuego con su arma reglamentaria. Un vecino que escuchó los incidentes y salió a ver qué pasaba, resultó lesionado en la cabeza por una de las balas perdidas. El funcionario estaba franco de servicio y dijo que había repelido un intento de robo en su contra. La versión fue rechazada por los vecinos.
El hecho ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada, cuando vecinos de la calle Las Violetas al 100 del barrio Jardín escucharon varias detonaciones de arma de fuego. En la zona, se celebraba un cumpleaños infantil, cuando un grupo de menores fue hasta un kiosco cercano a realizar algunas compras y allí “habría sido increpado”, según vecinos, por un sujeto que portaba un arma de fuego.
Los tiros provenían del arma del prefecto ayudante de tercera, de apellido Medina de 32 años, quien estaba amenazando con su arma a un puñado de adolescentes. Varios familiares de los menores salieron en defensa de los chicos y todo se descontroló, ya que el sujeto siguió disparando su arma hasta que se le trabó. “No sabemos quién es y tampoco por qué atacó a tiros a los chicos, de entre 13 y 15 años, que solo fueron a comprar gaseosas al kiosco para la fiesta de cumpleaños”, indicó Rocío, tía de uno de los menores. Su marido de apellido Sánchez recibió en su cabeza el roce de una de las balas que disparó el prefecto. Afortunadamente no fue grave.
Al lugar llegaron casi de inmediato efectivos de la Comisaría 9, del GRIM y otras divisiones policiales que se encontraban en las inmediaciones y literalmente “rescataron” al prefecto de un linchamiento seguro. Fue trasladado a la dependencia policial, donde luego se secuestró su arma de fuego marca Prietto Beretta .9 milímetros, con 8 proyectiles intactos en el cargador. En el lugar de los hechos, peritos incautaron varias vainas servidas. La fiscal del caso, Sonia Meza, ordenó que Medina continúe demorado.