El hecho sucedió en inmediaciones del barrio Galván, cuando el sujeto de apellido Zalazar, fue interceptado por una patrulla con efectivos de la Policía Turística, quienes habían sido alertados por un vecinos de la maniobra del sujeto.
El delincuente primero dijo que la tele se la había regalado una hermana; pero como esa versión no fue creída por las autoridades lo demoraron, inventó una aún peor que la anterior, indicando que lo había encontrado en la calle.
Esto fue suficiente para que lo llevaron hasta la comisaría Segunda junto con el aparato, que finalmente se comprobó que era producto de un ilícito.
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