Habían destrozado parte de los elementos religiosos hechos de bronce para venderlos por partes en una “chacarita”. Los tres tienen antecedentes por robos y hurtos y ya habían sido vistos merodeando la iglesia otras veces.
La Policía de Corrientes logró capturar en la mañana de ayer a tres delincuentes, todos con prontuarios delictivos, vinculados al robo y vandalismo realizado el lunes por la tarde en la parroquia Santa Lucía del barrio San Marcelo. Encontraron destrozados parte de los elementos utilizados para el ritual de la Santa Comunión, y listos para vender como un objeto común. Dentro de la habitación donde vivían, se toparon con centenares de bolsas acumuladas con basura y objetos de dudosa procedencia.
Fue cerca de las 10 de la mañana, cuando personal del GRIM 2 logró identificar una posible ubicación de los elementos denunciados como robados por el párroco de la iglesia ubicada en la intersección de las calles Los Laureles y Renacimiento. La pesquisa llevó a los policías a demorar a uno de los sospechosos identificado como G. I. Caballero, en la zona de pasillos de un asentamiento situado por pasaje Añasco, a metros de la avenida Cartagena en el barrio 9 de Julio.

Posteriormente, se unió personal de la Unidad Especial Antiarrebatos a brindar apoyo. Lograron demorar a otros dos cómplices de apellido Vallejos, quienes se encontraban promoviendo disturbios en la vía pública, uno de ellos portando un cuchillo. Los tres, de 22, 23 y 30 años, poseen antecedentes por robos y hurtos y según vecinos de la zona están robando todo lo que pueden. En el barrio los conocen como “Fideo”, “Martincito” y “Homo Sapiens” y en su poder se halló completamente desmantelada la Custodia y los pies del cáliz robados el lunes de la parroquia. Se desconoce aún el destino de los copones y los micrófonos.

Si bien recuperaron algunos de los elementos denunciados como robados, seguramente los tres detenidos no deben tener idea del valor espiritual que estos representan para la grey católica, que sin dudas es muchísimo mayor a lo que pudieron haber sacado en dinero por la venta del bronce en el que fueron forjados.
Según indicaron allegados a la parroquia violentada y vandalizada, muchos de los vecinos ya los habrían visto merodeando en los alrededores de la iglesia, por lo que no se descarta que hayan tenido relación con los otros dos robos ocurridos en febrero y la semana pasada dentro de la misma parroquia y la casa del sacerdote de donde llevaron dinero y un tubo de gas.
Los tres detenidos, al igual que los elementos recuperados en una especie de depósito que tenían los sujetos, fueron trasladados a la Comisaría Octava donde quedaron a disposición de la Justicia.