Una mujer denunció el ataque de un depravado cuando iba en bicicleta.

Frente al barrio Pirayuí fue agredida por un motociclista. “Me agarró de la nalga e hizo caer”, dijo. El acusado fue atrapado por el marido de la víctima.

Una mujer denunció un abuso sexual que por poco no terminó con ella herida de gravedad. Cuando circulaba en bicicleta, un hombre la siguió, agarrándola de la nalga y provocando su caída contra la cinta asfáltica. Tras cometer el delito, el sujeto huyó sobre una motocicleta y algunos kilómetros más adelante resultó atrapado por el concubino de la damnificada, quien l,o persiguió en un automóvil.

La Policía intervino después de ser alertada sobre ambos episodios y detuvo al sindicado abusador. Se trata de Carlos Alberto A., de 25 años, quien después de ser encerrado en una comisaría su esposa lo expulsó de la casa familiar y solicitó a la Justicia una medida de restricción de acercamiento.

Según la información, la agresión sexual se produjo sobre la banda norte de la Ruta Nacional 12, a la altura del barrio Pirayuí “Nuevo”. Es en un tramo donde está vetado el tránsito de autos, camionetas y camiones y por ello la gente aprovecha a realizar caminatas o andar en bicicletas.

El viernes 19 de julio, alrededor de las 17:40, J. S. E., de 28 años, practicaba ciclismo cuando notó que detrás circulaba una moto a baja velocidad, como si el conductor estuviera siguiéndola.

Al momento de girar la cabeza para observar vio a un hombre que estaba mirándola y quien en ese momento aceleró, se colocó a la par y con una mano la sujetó de la nalga. “Me agarró tan fuerte que me hizo caer de la bici; me miró, sonrió y aceleró”, explicó la víctima, en una denuncia asentada en la División de Delitos Contra la Integridad Sexual.

“Este hombre siguió la marcha hacia la rotonda. Entonces, le llamé a mi marido que se encontraba trabajando en casa (barrio Ponce) a que salga a la ruta a agarrarlo”, expuso.

Efectivamente, apenas llegaba en auto, el concubino de J. vio al sujeto que ella mencionó en su descripción. Rápidamente inició la persecución hasta el interior del barrio Pirayuí, donde una vez que pudo darle alcance lo retuvo hasta llegar un patrullero con efectivos de la comisaría Decimotercera.

El acusado permaneció detenido el fin de semana. Después recuperó la libertad y como su esposa supo en detalle lo acontecido decidió finalizar la relación. Aquella mujer pidió que dejara la casa que compartían y solicitó una medida de restricción de acercamiento.

Carlos A. regresó a la localidad de Empedrado de la cual es oriundo. Si bien le concedieron la libertad quedará “supeditado” a la causa.

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