Una mujer de 20 años y con antecedentes por posesión y venta de estupefaciente, fue detenida el fin de semana junto a un muchacho que sería su pareja, cuando trasladaban dos “ladrillos” de marihuana compactada.
Efectivos de la División de Inteligencia de la Prefectura Naval, con asiento en Ituzaingó, descubrieron el modus operandi de la joven y la interceptó cuando intentaba ingresar a aquella ciudad, con lo que sería parte de un pequeño cargamento, en lo que se denomina “tráfico hormiga”, indicaron fuentes de la investigación.
Fue el sábado alrededor de las 17:45, cuando los efectivos apostados en inmediaciones de calle 12 y Ruta Nacional N°12, a las afueras de Ituzaingó, demoraron a la pareja mientras circulaba desde Villa Olivari y con destino a aquella ciudad. Acababan de bajar de un colectivo y pretendían ingresar sin ser detectada, pero personal de inteligencia ya conocía los movimientos de la mujer de 20 años, de nombre Brenda, con antecedentes por este tipo de delito federal.
La joven iba acompañada de un muchacho de 23 años, quien sería solo su acompañante circunstancial, según expresó la propia mujer. No tendría antecedentes y al parecer no estaría vinculado tampoco a este tipo de maniobras, pero de todas formas quedó detenido hasta tanto se aclare su situación legal ante la Justicia federal.
Al requisar la mochila, los prefecturianos descubrieron dos ladrillos compactos de marihuana de aproximadamente dos kilogramos, envueltos en cinta de envalar de color amarilla. También llevaba consigo cerca de $10.000 en efectivo y se secuestraron los dos celulares que portaban los jóvenes.
Lo que nunca advirtió la pareja es que, cuando subió al colectivo de línea en Villa Olivari, el personal de inteligencia de la PNA ya los venían siguiendo y reportando cada uno de sus movimientos.
Tras la detención, los jóvenes fueron puestos a disposición de la Justicia federal, que ordenó que queden en calidad de incomunicados, hasta tanto ser indagados.
La investigación sigue su curso con la información crucial que arrojaron los celulares y establecer la red de distribución y venta a la que pertenecía o reportaba “Brenda”, antes de caer en manos de la Prefectura.