El Presidente se lanzó de lleno a la campaña proselitista en un acto de inauguración en Morón donde estuvo acompañado por Axel Kicillof y Sergio Massa.
El presidente Alberto Fernández aseguró este lunes que “no importa quién va presidir el país” a partir del 10 de diciembre de 2023, cuando asuma la persona que gane las elecciones generales de octubre próximo, sino que “sea uno” de los integrantes de la coalición gobernante Frente de Todos (FDT).
Con los recuerdos de los gobiernos de Fernando De La Rúa y Mauricio Macri como instancias en que “el país se desmoronó”, Alberto Fernández se metió en la carrera electoral durante el acto que encabezó este mediodía en el que se certificó la cobertura total de cloacas en el partido bonaerense de Morón, provincia de Buenos Aires.
El Presidente eligió ese acto para reivindicar la gestión realizada por su Gobierno y el Frente de Todos a pesar del “contexto” de los últimos tres años, en el que se conjugaron la herencia de inflación y endeudamiento de la gestión de Mauricio Macri con la pandemia de coronavirus y el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania, en febrero de 2022.
“Llevamos tres años muy difíciles. Lo que Macri nos dejó, que no hay que olvidarlo: 54 puntos de inflación, un endeudamiento como nunca, obligaciones imposibles de cumplir. Al día 99 vino una pandemia que se llevó 10 millones de vidas en el mundo. Cuando estaba por superarse, se desató una guerra. Planteo este escenario para que sepamos cómo podemos hacer obras como ésta en semejante contexto. La respuesta es simple, hay decisión política“, señaló Alberto Fernández en Morón.
Fernández estuvo acompañado por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; por el intendente local, Lucas Ghi; por la titular de AySa, Malena Galmarini, y el ministro de Economía, Sergio Massa, que lo vieron inaugurar una obra de saneamiento.
A fines de la década de 1980, el por entonces intendente de Morón Juan Carlos Rousselot suscribió un acuerdo con una empresa de la familia de Mauricio Macri -encabezada por su padre, Franco Macri- para la construcción de las cloacas del distrito, un hecho que fue denunciado como un acto de corrupción y que le costó la carrera política a ese jefe comunal.
“Es imposible no recordar hoy esa foto (en la que se ve a un joven Mauricio Macri firmando el contrato junto a Rousselot). Se llevó puesto a un intendente pero dejó libre al corruptor. El corrupto terminó enjuiciado y el corruptor siguió su vida, hizo maniobras de contrabando con la venta de autos y luego se volvió presidente de Argentina donde también hizo sus maniobras”, dijo el Presidente en referencia a los contratos de participación público-privada (PPP) que impulsó Cambiemos.
Fernández añadió que “no todo es lo mismo en política” y que su administración “pudo demostrar que se pueden hacer obras públicas sin beneficiar amigos y pensando en la gente”.
Por eso el mandatario criticó la decisión del Gobierno de Macri de realizar el Paseo del Bajo en Puerto Madero para beneficiar a un “primo” -en lo que pareció una alusión al empresario Angelo Calcaterra, familiar del expresidente- y haber relegado obras vitales en las provincias.
En cambio, destacó que durante su gestión “AySa incrementó un 1500% su presupuesto y el Enohsa (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento) aumentó en 1300% ya que interesan todos los argentinos por igual”.
“En estos tres años hicimos más que lo que se hizo en 17 años de AySA“, sentenció antes de pedir “a los argentinos” que “no desvíen la senda”.
“Votaron a De La Rúa y el país se desmoronó y votaron a Macri y el país se desmoronó”, insistió Fernandez, para quien “no importa quién va a presidir a partir del 10 de diciembre, sí importa que sea uno de los nuestros para que no se altere el movimiento y el sentido que le hemos dado a la Argentina”.