(Pablo Roma, Congreso Nacional) – Diputadas oficialistas se matan entre ellas, culebrón de “novela”. La pelea intestina crece por la acusación de Nicolás Mayoraz a Lourdes Arrieta, pero además se plegaron a la trifulca Lilia Lemoine y Rocío Bonacci. La ligó Menem también.
El Salón Blanco de la Cámara de Diputados fue escenario de un enfrentamiento intenso entre miembros del bloque de La Libertad Avanza, que culminó con una denuncia por violencia de género. Todo comenzó tras una sesión en la que la oposición logró rechazar el DNU del presupuesto de la SIDE, un duro golpe para el Gobierno. Inmediatamente después, los libertarios se reunieron de emergencia, y fue allí donde los ánimos se desbordaron.
El diputado Nicolás Mayoraz, visiblemente alterado, acusó a su compañera Lourdes Arrieta de haber sido funcional al fracaso de la votación. Según Mayoraz, Arrieta había actuado en complicidad con Unión por la Patria al bajar a la sesión que permitió alcanzar el quórum, lo que él consideró una traición al bloque. Además, la acusó de involucrar a Martín Menem en la polémica visita a los represores en Ezeiza, un tema que ha generado tensiones internas.
Arrieta, visiblemente afectada, intentó defenderse, pero los gritos de Mayoraz continuaron. Ante la situación, Marcela Pagano, presente en la reunión, abrió la puerta para que entraran asesores con el fin de calmar los ánimos. Sin embargo, la situación empeoró cuando Martín Menem decidió llamar al personal de seguridad. Arrieta, en medio de un ataque de nervios, salió del lugar llorando.
El drama no terminó allí. Los diputados de Unión por la Patria, Aldo Leiva y María Luisa Chomiak, encontraron a Arrieta en los pasillos y la asistieron. Posteriormente, Arrieta abandonó el Congreso acompañada por su abogado, Yamil Castro Bianchi, quien confirmó que su clienta estaba presentando una denuncia por violencia de género contra Mayoraz.
“El comportamiento de Mayoraz fue un acto de cobardía suprema”, denunció Castro Bianchi. También criticó al presidente de la Cámara de Diputados, cuestionando su capacidad de mantener el orden en su bloque. El abogado afirmó que la agresión sufrida por Arrieta estaba motivada por su negativa a reivindicar el terrorismo de Estado, una postura que generó malestar entre sus colegas.
En medio de la crisis, la diputada Lilia Lemoine fue la primera en pronunciarse públicamente, descalificando a Arrieta y tildándola de “desequilibrada mentalmente”. Lemoine también sugirió que el abogado de Arrieta estaba detrás de otras operaciones políticas, lo que intensificó aún más la controversia.
Mientras tanto, en el bloque libertario crece la presión para expulsar a Arrieta. La diputada Lorena Villaverde propuso formalmente su expulsión, pero la votación fue postergada para la próxima semana. Algunos sospechan que Arrieta podría unirse al MID de Oscar Zago, lo que aumenta la incertidumbre sobre su futuro político.
Rocío Bonacci, otra legisladora del bloque, se solidarizó con Arrieta, afirmando que la reacción de su compañera era comprensible ante la presión recibida. Sin embargo, cuestionó la falta de claridad en las decisiones del bloque y la desorganización interna. A pesar de la crisis, Menem ha instado a la unidad, pero la situación sigue siendo tensa.
La próxima semana será crucial para definir el futuro de Arrieta y el destino del bloque libertario, en un escenario donde las divisiones internas parecen cada vez más profundas.