(Corresponsalia Buenos Aires) – La tensión en el ámbito político argentino alcanza su punto más álgido con la profundización de la crisis entre el espacio liderado por el presidente Milei y la dirigencia dialoguista, poniendo en peligro la sanción de la Ley Omnibus. En un escenario marcado por escándalos y desavenencias, el bloque de Pichetto toma una drástica decisión retirándose de las negociaciones, dejando a la ley en una situación comprometida.
La controversia se desató cuando trascendió que Miguel Ángel Pichetto participó en una reunión convocada por el gobierno en el departamento de Recoleta, donde el secretario parlamentario de La Libertad Avanza, el ex sushi Christian Caram, junto a Federico Sturzenegger, se embarcaron en la tarea de reescribir el dictamen votado. La ilegalidad y torpeza de esta maniobra no pasaron desapercibidas, llevando a Pichetto a expresar su hartazgo y decidir la retirada de su bloque de las negociaciones.
“Hay que despegarse de esta gente, están haciendo cualquier cosa, son peligrosos y nos arrastran en su desorden total”, advirtió uno de los líderes del bloque de Pichetto, reflejando la preocupación ante los métodos poco convencionales utilizados en la redacción del dictamen.
El diputado cordobés Agost Carreño, perteneciente al bloque de Pichetto, confirmó la realización de la reunión en Recoleta y su decisión de no participar al notar la presencia de Sturzenegger. La controversia crece aún más cuando se revela que Sturzenegger encabezó una cumbre para “retocar” el dictamen de la Ley Omnibus, horas después de que este fuera votado en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.
El escándalo del dictamen blue de la Ley Omnibus, que continúa siendo modificado tras su votación, amenaza con obstaculizar la sanción de una ley que el presidente Milei considera fundamental para encarrilar su gobierno. Voces dentro de los bloques aliados describen este episodio como “la Banelco de Milei”, haciendo referencia a oscuros manejos similares en el pasado.
En medio de este caos, Milei no pierde la oportunidad para acusar a los diputados de coimeros, afirmando tener identificadas valijas con decenas de casos, incluyendo aceite y biodiesel. La retirada del capítulo fiscal, según el presidente, es una estrategia para evitar discusiones específicas sobre los artículos y prevenir posibles prácticas corruptas.
Además de la crisis en la legislatura, la situación se agrava con la destitución del Ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro. Milei contempla la posibilidad de degradar el poder de Martín Menem en la Cámara de Diputados y reemplazar a Guilermo Francos en su cargo de Ministro del Interior, considerando que las negociaciones con las provincias para aprobar la megaley oficialista han fracasado. En la cuerda floja también se encuentra el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, cuyo controvertido comentario sobre el ajuste del gobierno le ha ganado críticas en las redes sociales.
La incertidumbre política se apodera de Argentina mientras la Ley Omnibus, clave para la gestión de Milei, enfrenta serias dificultades para su aprobación debido a la profunda crisis entre los sectores políticos en disputa. La estabilidad del gobierno queda en entredicho, y la sociedad observa con preocupación el desenlace de esta situación que amenaza con alterar el curso político del país.