DIEGO KRAVETZ: DEL PROGRESISMO DE IZQUIERDA A LA SIDE LIBERTARIA, UN CAMINO MARCADO POR EL OPORTUNISMO POLÍTICO

(Pablo Roma, Congreso Nacional) – Diego Kravetz, hoy en la mira por su nombramiento como subsecretario de Inteligencia del Estado, ejemplifica el recorrido de un político que ha sabido reinventarse dejando atrás sus aparentes convicciones para abrazar nuevas lealtades según las conveniencias del momento.

Su carrera política comenzó a principios de los años 2000 como legislador porteño en la lista liderada por el fallecido Miguel Bonasso, un ícono de la izquierda. En esa etapa, Kravetz se presentaba como un defensor de los derechos de las clases populares y promovía leyes que protegieran las cooperativas formadas por trabajadores tras el abandono de empresarios. Sin embargo, ese perfil progresista quedó atrás cuando se alió políticamente con Alberto Fernández, en un movimiento que evidenció su pragmatismo temprano.

Más tarde, su adhesión al PRO de Mauricio Macri marcó un cambio radical en su discurso y prioridades. En este nuevo espacio, dejó de lado su defensa de los sectores más vulnerables para centrarse en la seguridad, una transformación que llegó a su punto álgido cuando, como secretario de Seguridad en Lanús, posó con un arma en la mano. Aquella imagen simbolizó su viraje hacia una política de “mano dura”, dejando atrás las causas sociales que antes reivindicaba.

Tras su derrota electoral en Lanús en 2023, Kravetz volvió a encontrar un espacio, esta vez bajo el liderazgo de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora, su nuevo destino como número dos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) no solo genera controversia por las acusaciones judiciales en su contra, sino también por lo que representa su figura en términos políticos.

El nombramiento, que aún no ha sido oficializado en el Boletín Oficial, está siendo revisado por la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso. Esta decisión llega tras la difusión de un video en el que se ve a Kravetz presuntamente golpeando a un adolescente mientras desempeñaba funciones como secretario de Seguridad en la Ciudad. Este episodio motivó la apertura de una causa por abuso de autoridad, poniendo en duda su idoneidad para ocupar un puesto de tal sensibilidad.

El contexto político que rodea su designación tampoco es menor. Fuentes oficiales aseguran que este movimiento responde a una jugada estratégica del Gobierno nacional para profundizar las internas en el macrismo, aprovechando las conocidas tensiones entre Kravetz y Waldo Wolff, actual ministro de Seguridad porteño. De este modo, el entorno presidencial habría capitalizado las diferencias entre ambos para sumar un dirigente al ámbito nacional, en un golpe que no pasó desapercibido para Mauricio Macri.

“La conducta de Diego Kravetz, evidenciada en los videos difundidos, pone en duda su idoneidad para ocupar un cargo tan sensible como el que se le asigna en Inteligencia”, declaró Esteban Paulón, diputado del socialismo santafesino, quien impulsó la revisión de su nombramiento.

La trayectoria de Diego Kravetz es, en esencia, la de un político que ha sabido adaptarse a cada circunstancia, sacrificando principios y convicciones en función de su ambición personal. Desde sus inicios en la izquierda, pasando por el kirchnerismo y el macrismo, hasta su desembarco en la SIDE, su carrera es un reflejo del pragmatismo extremo que domina la política argentina. Ahora, la Bicameral de Inteligencia debe decidir si su nombramiento avanzará o si las dudas sobre su integridad frenarán su ascenso a uno de los puestos más sensibles del Estado.

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