(Juan Pablo Peralta, Casa de Gobierno) – Pese al fuerte impacto social que dejó la multitudinaria Marcha Federal, el Gobierno mantiene su postura inamovible y desoye las demandas de los manifestantes. En línea con el mensaje que llevó a Davos, el oficialismo insiste en que no modificará el rumbo y descarta cualquier tipo de concesión ante los reclamos.
Mientras tanto, en el Congreso, el Ejecutivo acelera las negociaciones para avanzar con la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Con el respaldo de gobernadores aliados, busca asegurarse el quórum necesario para la sesión del próximo jueves, en la que se intentará dar un paso clave para eliminar la instancia electoral.
Desde la oposición denuncian que el Gobierno pretende debilitar la representación política y consolidar su control de cara a los próximos comicios. Sin embargo, el oficialismo apuesta a que el desgaste social no altere su hoja de ruta y refuerza su estrategia parlamentaria para imponer su agenda.