A menos de una quincena del Pacto de Mayo y sin plazos para aprobar con antelación la Ley de Bases, el Gobierno de Javier Milei analiza modificar parte de los diez puntos para sumar adherentes. La Casa Rosada podría incorporar el compromiso por la educación y la producción, propuesto por los gobernadores y la UCR.
Los tiempos no dan para que el Presidente de la Nación cuente con la Ley de Bases y Punto de Partida para la Libertad de los argentinos antes de la firma del Pacto de Mayo. Más que normativo, el tenor del acto en Córdoba con los mandatarios provinciales será de carácter declarativo. Es que los gobernadores, tanto de Juntos por el Cambio como del Norte Grande, esperan incorporar otros ítems tales como el compromiso por la educación como por el desarrollo productivo.
De hecho, los patagónicos con el titular del Ejecutivo Provincial de Chubut, Ignacio Torres (PRO), a la cabeza arman un Pacto Federal, cuyo punto principal es la defensa irrestricta de la educación pública. El documento, que está en plena redacción, se compartirá con la Presidencia.
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, fue uno de los primeros mandatarios en expresar su voluntad a favor de participar de la firma del Pacto que convocó el Presidente de la Nación durante la apertura del período ordinario de sesiones en el Congreso de la Nación. Sin embargo, el Mandatario también participaba activamente en el Pacto Federal con sus pares del Norte Grande, especialmente en lo que respecta a la incorporación de la educación pública.
En el documento, que aún no está redactado se plantean dos grandes ejes. El primero es el fiscal: la baja de impuestos y una mayor coparticipación para las provincias.
El segundo apunta a lo educativo: en este punto, plantearán un apuntalamiento de la educación pública (que sufrió recortes como el FONID y el presupuesto de las universidades), con mayores recursos federales. El punto que más urticaria generará al Gobierno nacional será la “defensa irrestricta de la educación pública”. “No queremos que se debata más sobre la importancia estratégica de algo que para nosotros es esencial y clave para el desarrollo de nuestro país”, diría el documento.
Entonces, la intención de la Casa Rosada fue dar un tenor refundacional al país. Los puntos originales propuestos por Milei son: la inviolabilidad de la propiedad privada; el equilibrio fiscal; la reducción del gasto en torno al 25% del Producto Bruto Interno; una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva; la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos; un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales; una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; una reforma previsional y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación; una reforma política estructural; la apertura al comercio internacional.
La Ley de Bases sería uno de los instrumentos jurídicos fundamentales para la consolidación de estos principios. Sin embargo, no todas las condiciones se cumplirían tal cual intentó la Casa Rosada. Pasó agua bajo el molino.
En el medio, hubo una multitudinaria marcha a favor de la educación pública impulsada desde las universidades nacionales que registraron desfinanciamiento. También el segundo paro nacional de la CGT en contra de la reforma laboral. Ahora, los senadores reclaman rever la letra chica del régimen de grandes inversiones (RIGI) que abre las puertas a capitales globales y cuya principal críticas son la flexibilidad del control del origen del dinero y el escaso margen de beneficios para la Nación por la explotación de los recursos del país.
En la Cámara alta ya se anticipa que habrá cambios en la Ley de Bases, lo que extenderá el debate de la iniciativa, que, de aprobarse requerirá de la ratificación de Diputados. La norma no saldrá antes del 25 de mayo.
El Gobierno nacional, mientras tanto, sostiene como principal logro la desaceleración de la inflación que pareciera regresará a la senda de un dígito, luego del salto que registró en el último trimestre de 2023; y un superávit fiscal durante el primer trimestre del año.
Sin embargo, no hubo grandes avances en las conversaciones sobre otros puntos esenciales tal es el caso de la redistribución de la coparticipación federal. Incluso, las negociaciones técnicas con los ministros provinciales de las áreas de Economía se pospusieron para después del pacto y más cercano a la discusión de la Ley de Bases en el Senado.
Así, más adelante, una comisión técnica intentará ampliar y acordar los detalles previsionales, laborales, tributarios y económicos que se firmen en la ciudad de Córdoba.
Gobierno buscará que las provincias participantes se comprometan a colaborar con la sanción de los proyectos que remita el Ejecutivo sobre estos temas técnicos. Y para lograr una mayor asistencia, no descarta avanzar con cambios en los diez mandamientos liberales. Uno de ellos es la incorporación de la defensa de la educación, un pedido que impulsa principalmente la UCR luego del conflicto con las universidades. Otro de los puntos que se evalúa es suprimir la reforma política estructural.
Mientras tanto, la Casa Rosada prepara un acto en el cual espera contar con la presencia de la mayoría de los mandatarios, más de 400 invitados, e incluso expresidentes. A los gobernadores les hará entrega de la Orden de Mayo.
El Gobierno eligió como sede del Pacto de Mayo al Palacio de Justicia de la ciudad de Córdoba por su estética. A la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y al asesor presidencial, Santiago Caputo, les parece fundamental que tenga columnas romanas y una arquitectura griega.
Sin embargo, no todos los titulares de Ejecutivos provinciales harán pie en la convocatoria. Ayer, el gobernador de La Rioja, el peronista Ricardo Quintela, fue el quinto en manifestar que no participará. “Antes de un pacto debe existir una conversación previa y esto es una imposición”, acusó.
La posición del riojano es la misma que la de los gobernadores de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; y de Formosa, Gildo Insfrán.