El periodista brasileño, Breno Altman, habló con época antes del balotaje que definirá el futuro de uno de los principales destinos de exportación de la producción correntina. La crisis económica y la pandemia entre las causas de una posible derrota de Jair Bolsonaro.
El principal socio comercial de Argentina define hoy su futuro de cara a los próximos cuatro años. La contienda se resolverá en una segunda vuelta entre dos ideologías contrapuestas que mantienen a la sociedad brasileña en un alto grado de polarización. Por un lado, el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio “Lula” da Silva, buscará su tercer mandato presidencial no consecutivo. Y en la vereda de enfrente, el ultraderechista y líder del Partido Liberal (PL), Jair Bolsonaro, va por su reelección.
Más de 156 millones de personas están habilitadas para ejercer su voto en el país vecino y un total de 12.746 residentes brasileños en Argentina también pueden hacerlo. Dentro de ese grupo, 18 tienen a disposición el Consulado de Brasil en Paso de Los Libres, municipio ubicado al sur de Corrientes, en la frontera con Uruguayana.
En la primera vuelta (2 de octubre), Lula obtuvo la victoria con un 48% de los votos sobre diez competidores, entre ellos Bolsonaro, que terminó en segundo lugar con el 43%. Sin embargo, al expresidente no le bastó la diferencia porque no superó el 50% que exige la legislación local.
Los principales indicadores, encuestas y sondeos de opinión, señalan que Silva, el primer jefe de Estado proveniente de la clase obrera, llegará nuevamente a la presidencia a sus 77 años. Los graves resultados de la administración de la pandemia y el deterioro económico de las clases sociales de más bajos recursos son señalados por los especialistas como las causas de la probable salida de Bolsonaro del poder.
El periodista brasileño y fundador del portal de noticias Opera Mundi, Breno Altman, habló en exclusiva con diario época para analizar los pormenores que rodean los comicios y desmenuzó fortalezas y debilidades de ambos candidatos. Para el especialista en política, “la victoria de Lula se consolidará por un estrecho margen”.
¿Cómo se vive el clima electoral en Brasil? ¿Qué rumbo marcan las encuestas?
En todas las encuestas hay un alineamiento bajo una perspectiva que marca una victoria de Lula sobre Bolsonaro, con una distancia que puede ir de los tres a los seis puntos, cifras porcentuales que equivalen a una diferencia de entre 4 millones a 8 millones de votantes.
Esta situación generó en las últimas 48 horas mucha tensión política porque Bolsonaro emite señales de que podría reaccionar de la forma que lo hizo Donald Trump tras perder las elecciones presidenciales con Joe Biden en 2020. Es decir, que se prepara para denunciar un fraude. Ya está realizando movimientos que indican que podría no reconocer el resultado electoral.
En síntesis, el clima que se vive en la actualidad comprende una victoria del expresidente y una tensión política por la reacción de Bolsonaro. Personalmente creo que la victoria de Lula se consolidará por un estrecho margen. Aunque hay que analizar los efectos del último debate televisado que seguro puede tener repercusión en los comicios.
En Argentina los debates todavía no llegan a incidir notablemente en las urnas. ¿Cuánto peso creen que tienen en Brasil?
Normalmente poco, pero en un situación de segunda vuelta adquieren un peso más relevante, sobre todo si las elecciones están muy polarizadas, como es en este caso. Sea como sea, no deja de ser un episodio importante en las campañas electorales.
Mucho se rumorea de un escenario conflictivo en la sociedad ante una derrota del actual presidente. ¿Puede haber hechos de violencia?
Es difícil calcular la capacidad de reacción del bolsonarismo una vez derrotado. No creo que tengan la fuerza suficiente para generar una convulsión social en el país. Puede haber episodios de protesta, movilización y algunas confrontaciones aisladas, pero no veo una reacción que pueda llevar el país a sumergirse en una crisis institucional. También doy por descartado una intervención de las fuerza armadas o una cancelación de los resultados. Pienso que el bolsonarismo es un perro bravío, pero sin capacidad de morder.
Desde los medios de comunicación argentinos se le atribuye a la mala gestión de la pandemia (más de 680 mil muertos) por parte de Bolsonaro como una de las claves del deterioro de su imagen. ¿Es así?
La mala actuación de Bolsonaro durante la pandemia es una de las principales razones de su debilidad electoral. No tengo dudas. Debido a sus decisiones (centradas en restarle importancia a la situación sanitaria) perdió el apoyo de sectores medios que en 2018 le brindaron sus votos.
El otro factor es la economía. Bolsonaro no ha logrado generar, en términos de política económica, situaciones que le permitan conquistar el electorado de menor renta. Mas bien fue al revés, los sectores más pobres de las clases trabajadoras han empeorado su calidad de vida en los últimos seis años, incluso antes de que el actual presidente llegara al gobierno.
El hambre que había bajado durante el gobierno del Partido de los Trabajadores (entre 2003 y 2016) ha vuelto con más fuerza. Estamos hablando de 33 millones de personas que pasan hambre (datos de Red Brasileña de Investigación en Soberanía y Seguridad Alimentaria). Y aunque Bolsonaro pueda justificar la situación económica con la pandemia o la guerra en Ucrania, los ricos están cada vez más ricos y los pobres se quedan cada vez más pobres. Y esta situación en un país que está conformado en su mayoría de gente trabajadora con baja remuneración, se le vuelve en contra.
¿Lula tiene una propuesta que le tracciona votos? ¿O pesa ese recuerdo positivo de ocho años de gobierno?
Yo creo que hay una mezcla. Por un lado, la memoria de sus buenos años de gobierno (dejó el Ejecutivo con más de un 80% de imagen positiva). Y habló en campaña de una política económica favorable a los pobres. Por ejemplo, planes para el acceso a viviendas o programas para disminuir la inflación. Estas consideraciones tuvieron impacto.
¿Y cuáles fueron las propuestas de Bolsonaro?
Ese es el tema, Bolsonaro hizo una campaña que no tenía propuestas, sino que se centró en aglutinar a los sectores que están contra del retorno del líder del PT. De alguna manera la campaña de los dos fue eso, Lula organizó el rechazo contra Bolsonaro, incluso de sectores que nunca habían marchado con su partido. Por ejemplo, el candidato vicepresidente, Geraldo Alckmin, había sido opositor al gobierno del PT.
Se espera que para las 19 se conozcan los primeros resultados de la votación que se realizará por medios electrónicos.
Entre la desesperación y el apoyo de sectores determinados
Desde Brasil señalan que hay sobradas muestras de “desesperación” en los últimos actos de campaña de Jair Bolsonaro. A la vez que los discursos misóginos (aversión hacia las mujeres) y a favor de las iglesias evangélicas también le juegan en contra.
El Presidente en funciones denunció el miércoles ante el Tribunal Superior Electoral que decenas de radios dejaron de transmitir su propaganda gratuita (154.085 anuncios), a la que tienen derecho todos los candidatos. Inmediatamente, el organismo rechazó la queja y ordenó investigar al PL por intento de desestabilización de los comicios. “Estas y otras denuncias son señales de que prevén perder las elecciones. Todas las encuestas le dan un escenario desfavorable. Creo que en los comandos bolsonaristas hay desesperación, confusión e indefinición”, sostuvo Breno Altman, director del portal Opera Mundi.
Al mismo tiempo, Altman aseguró que Lula da Silva tiene una “abrumadora ventaja” entre la población más pobre que representa el 48% del electorado brasileño. “Las mujeres también están a favor de él, ya que los discursos misóginos de Bolsonaro le hicieron perder muchos votos. Estos son los dos grupos fundamentales que garantizan la victoria de Lula”, vaticinó.
“Un tercer grupo más difuso es el de los católicos que son el 70% de la población. La gestión actual es considerada como un gobierno de los evangelistas y lo responsabilizan por iniciar una especie de guerra santa”, sentenció.
Por último, Altman explicó porqué se consideran estos comicios los más importantes desde el regreso de la democracia. “Si gana Bolsonaro significará el aval a un cambio de régimen político de una democracia liberal-representativa por Estado policial, más autoritario. En cambio, una victoria de Lula se traducirá en una apuesta de la sociedad por reconstrucción total del sistema democrático”.
Debate
Dos encuestadoras que hicieron estudios sobre el debate presidencial brasileño realizado el viernes por la noche en TV Globo coincidieron este sábado en que el expresidente, Lula da Silva, venció al mandatario, Jair Bolsonaro.
El sondeo cualitativo del instituto Atlas Intel entre personas que no votaron ni a Lula ni a Bolsonaro en la primera vuelta del 2 de octubre arrojó que 51,5% de estos electores apuntaron que el debate lo ganó el líder del Partido de los Trabajadores (PT). En tanto, un 33,7% señaló como vencedor al postulante del Partido Liberal, mientras que 14,9% dijo que no sabría responder.
Por su parte, la encuestadora Quaest informó que hizo un seguimiento digital en tiempo real en las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram e indicó que Lula tuvo un 51% de menciones positivas contra el 49% de menciones negativas. Bolsonaro obtuvo, según informó Felipe Nunes, Ceo de Quaest, 36% de menciones positivas y 64% de negativas.