Javier Milei no negociará en el Congreso. Como parte del paquete de ley “ómnibus” con reformas y derogación de leyes, el presidente electo se dispone a pedir una serie de facultades delegadas que le permitan avanzar con las medidas más polémicas sin tener que pasar por el Parlamento. Una delegación de facultades de ese tipo podría tener el apoyo de parte de Unión por la Patria que ya planteó una estrategia unívoca: “Vamos a dejar que haga y que él solo vaya viendo la imposibilidad de las medidas”, repiten en distintos mostradores del peronismo.
Esta idea de gobernar solo -sin el Congreso- se va a ver plasmada el domingo cuando el nuevo presidente, decline de hablar frente a la Asamblea Legislativa (como es tradición para un presidente que asume) y se dirija a las escalinatas del Congreso para hablar directamente al “pueblo” -a su pueblo- que lo esperará abajo con banderas argentinas. Una nueva refundación de la Argentina, como las que tantas veces se vio en la historia; todas terminaron mal.
La idea de no hablarle a diputados y senadores esconde varios mensajes en simultáneo:
- Milei no es casta y no le habla a la casta. Habla directo con el pueblo. No necesita intermediarios.
- No va a intentar ningún tipo de acercamiento al que piensa distinto. Tampoco muestra respeto por los votantes de otras fuerzas que están representadas en el Congreso y que difícilmente se acerquen a la plaza.
- Milei no buscará gobernar para El Pueblo (con mayúscula en sentido amplio) sino para su pueblo, los que lo votaron.
- Sobrevuela -como pasaba con el kirchnerismo- la idea de que un poder (el Ejecutivo) tiene más peso que los otros. Grave error conceptual.
Milei y el Congreso

Milei nunca tuvo predilección por el Congreso. Su paso por la Cámara de Diputados lo demuestra. En sus dos años de legislador no presentó ningún proyecto de ley y apenas presentó uno de resolución en noviembre de este año: el que pide declarar a Hamas como organización terrorista. Como co-firmante, acompañó 23 proyectos de otros legisladores, la gran mayoría de resolución.
Tampoco integró ninguna comisión. Contó en su momento que había pedido estar en Economía y Presupuesto pero quedó afuera por un “acuerdo de la Casta”. No intentó ubicarse en otras.
En 2023 se ausentó de 15 de las 53 votaciones que hubo. En 2022 faltó a casi la mitad de las votaciones: de un total de 79, no estuvo en 39.
Esta falta de interés en los temas de política parlamentaria, lo llevaron a que descuidadara el armado de sus listas. En muchos casos, tercerizó esa tarea en punteros locales o armadores nacionales, de cuya lealtad hay serias dudas. Quizás el caso más emblemático es el de Santiago del Estero, donde los candidatos de La Libertad Avanza eran de extracción peronista y el gobernador Gerardo Zamora mandó a bajar la lista entera, una vez conocido el buen resultado de Milei en las PASO:
“Javier no conoce a sus legisladores del interior, y eso es un problema enorme”, cuenta un dirigente de La Libertad Avanza, crítico de estos armados. La mayor parte de sus diputados y senadores reconoce que nunca habló mano a mano con él y que apenas se lo cruzaron en eventos políticos masivos.
¿Cómo son los bloques de La Libertad Avanza?
Para analizar como quedan los bloques se dividió a todos los legisladores de Milei en 5 categorías. Como toda categoría es arbitaria y en muchos casos, hay legisladores electos que podrían aplicar a más de una.
- Liberales. Economistas, pensadores, filósofos y divulgadores de histórica participación en el movimiento que inspira a Javier Milei.
- Empresarios. Son personas que se hicieron en el sector privado y que quisieron meterse en política de la mano de Milei. No tienen experiencia previa en la cosa pública.
- Conservadores. Son dirigentes que llegaron a partir de militancia sectorial vinculada a la última dictadura (defensa de represores, relaciones con sectores castrenses, entre otros) o de los sectores provida. En este grupo entran los dirigentes evangélicos que acompañan a Milei.
- Filoperonistas. Son dirigentes que militaron toda su vida en el peronismo y que -alejados de las estructuras tradicionales del poder en el PJ- buscaron nuevos rumbos, con mayor o menor grado de convicción.
- Políticos. “La casta”, para decirlo en términos de Milei. Se trata de legisladores que responden a partidos provinciales, sellos de goma o militantes de partidos chicos que se incorporaron a La Libertad Avanza. También en este grupo hay algunos que militaron con el PRO.
La mayor parte de los senadores electos responde al grupo 2: empresarios nuevos en política. Esto puede ser una virtud (llegan con menos compromisos) o un gran problema. Al no tener experiencia política, son los que más rápidamente pueden alejarse del espacio cuando vean algo que no les guste. Y siempre en política hay lugar para eso; pregunten a Macri qué le pasó con Eduardo Lorenzo Borocoto
En el Senado, de los 7 senadores de Milei
- 3 son del sector privado
- 2 conservadores
- 1 filoperonista
- 1 de la política (o casta)
El Senado va a ser presidido por Victoria Villarruel como vicepresidenta pero solo vota en caso de empate (como Cobos). El presidente provisional va a ser Francisco Paoltroni, empresario ganadero de Formosa y excandidato a gobernador.
El jefe de bloque de la Libertad Avanza será Ezequiel Atauche, de Jujuy, también empresario del rubro inmobiliario. Ninguno de ellos tiene experiencia previa en política.
En Diputados la ecuación se invierte y la mayor parte viene reciclada de otros partidos políticos minoritarios:
- 12 vienen de la política
- 7 del sector privado
- 7 liberales
- 7 conservadores
- 6 filoperonistas
La presidencia de la Cámara será para Martín Menem, uno de los seis filoperonistas. Si bien expresa de toda la vida su adhesión a las ideas “de la libertad”, en su origen es peronista y conoce a la perfección los códigos de ese partido.
A cargo del bloque de Diputados quedará Oscar Zago, un dirigente histórico de la Ciudad de Buenos Aires. Fue tres veces legislador porteño por el PRO y fue cercano a Daniel Angelici.
Los legisladores de La Libertad Avanza aun no recibieron instrucciones sobre cómo será el manejo parlamentario del nuevo gobierno. A partir del domingo empezará una nueva historia.