LA CÁMARA DE DIPUTADOS APROBÓ AUMENTOS PARA JUBILADOS Y LA EMERGENCIA EN DISCAPACIDAD, PERO EL PRESIDENTE YA ANTICIPÓ EL VETO

(Pablo Roma, Congreso de la Nación)- En una maratónica sesión que terminó entrada la madrugada, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles dos proyectos de alto voltaje político: una recomposición en los haberes jubilatorios y la declaración de la emergencia en materia de discapacidad. Ambas iniciativas contaron con el respaldo de la mayoría de los bloques opositores y, ahora, se espera que el Senado les dé la otra media sanción. Sin embargo, el presidente Javier Milei ya anunció que vetará ambas leyes en caso de ser aprobadas en el Congreso, alegando que “atentan contra el objetivo innegociable de déficit cero”.

La votación dejó en evidencia un nuevo episodio del creciente desgaste entre el oficialismo y la oposición, que parece haber encontrado en los sectores más vulnerables un punto de coincidencia para plantar bandera frente al ajuste impulsado desde la Casa Rosada.

El proyecto que modifica la movilidad jubilatoria propone una fórmula más favorable para los adultos mayores, incorporando un porcentaje adicional de recomposición por la pérdida de poder adquisitivo en los últimos meses. Fue aprobado con 160 votos a favor, 72 en contra y 8 abstenciones. En paralelo, la declaración de la emergencia en discapacidad —que obliga al Estado a garantizar prestaciones, tratamientos y cobertura integral para personas con discapacidad— también logró una amplia mayoría.

Ambos textos fueron presentados por diputados de Unión por la Patria, acompañados por bancadas como la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, en una jugada que visibiliza los crecientes acuerdos parlamentarios más allá del oficialismo.

Desde La Libertad Avanza y el PRO, los votos negativos llegaron con un fuerte tono de advertencia. La diputada Rocío Bonacci, del oficialismo, afirmó: “Cada peso que se apruebe por fuera del equilibrio fiscal pone en riesgo el plan económico y la estabilidad de todos los argentinos”. Pero esas palabras no alcanzaron para frenar el impulso opositor.

Mientras tanto, el presidente Milei, de gira por Estados Unidos, usó sus redes sociales para lanzar una advertencia explícita: “Que no se hagan ilusiones. Si el Senado convierte en ley estos proyectos populistas, serán vetados. No vamos a ceder frente a los que quieren destruir el equilibrio fiscal”.

La tensión crece no solo por el contenido económico de las leyes, sino por la carga simbólica que encierran. Desde los palcos del Congreso, familiares de jubilados y personas con discapacidad siguieron el debate con una mezcla de emoción y ansiedad. Los aplausos estallaron cuando se logró la aprobación, pero la amenaza del veto presidencial convirtió la escena en una victoria a medias.

En los pasillos legislativos, la discusión ahora gira en torno a una pregunta crucial: ¿qué margen tiene el Congreso para revertir un eventual veto? Para eso, se necesitarían los dos tercios de ambas cámaras, un número que por ahora parece lejano.

Mientras tanto, afuera del Congreso, organizaciones sociales y asociaciones de jubilados ya preparan nuevas movilizaciones. La calle parece decidida a hacerse oír, incluso si desde la Casa Rosada el mensaje es de dureza inquebrantable.

Así, en pleno invierno político, las leyes que buscan aliviar a los más postergados quedaron atrapadas en el fuego cruzado de una disputa central para el rumbo económico del país.

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