Ante la negociación parlamentaria, en el oficialismo analizan dar marcha atrás con algunos puntos del megaproyecto.
El Gobierno está dispuesto a negociar puntos de la Ley Ómnibus y del DNU a cambio de gobernabilidad. Según pudo saber, la línea que corre dentro de Casa Rosada es que “algunas partes de la reforma se pueden discutir y revisar”.
En el oficialismo, entienden que se pueden sustituir artículos del decreto de desregulación económica para lograr consenso con parte de la oposición y que no se rechace en el Congreso.
Además, analizan dar marcha atrás con propuestas de la ley “Bases” que no consideran urgentes, como es el caso de la aplicación de la toga y el martillo, para blindar la reforma impositiva.
Un funcionario cercano a Javier Milei le expresó que está enfocado en la economía y que cree que hay una urgencia de caja. “Necesitamos articular los cambios fiscales e impositivos para poder acomodar las cuentas y armar una base que permite el desarrollo. Es lo principal”, expresó.
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