Los principales referentes de la central obrera coincidieron en un acto de las 62 Organizaciones Peronistas. También hubo críticas al Gobierno nacional. Moyano fue el más enfático: “Vamos a terminar con esta política de hambre” y “Apoyamos a Axel Kicillof”, dijo.
(Corresponsalía Buenos Aires) La Confederación de las 62 Organizaciones Peronistas celebró un brindis para despedir el año en el que confluyeron varios de los principales referentes de la Confederación General del Trabajo (CGT). Hugo Moyano (Camioneros), Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (Construcción), Dante Caamaño (Gastronómicos) y el anfitrión, el taxista José Ibarra, entre otros, mantuvieron en la previa un contacto con la prensa en la que coincidieron en las fuertes críticas al gobierno de Javier Milei, hablaron de futuros planes de lucha y se refirieron a la nueva conductora del Partido Justicialista, la expresidenta Cristina Fernández.
“Estamos desarrollando una estrategia para poder encarar con todo lo que corresponde y terminar con una política de hambre”, declaró Moyano consultado sobre la posición de la CGT frente al Gobierno nacional. Aunque aclaró que su gremio, Camioneros, está en “conflicto porque el Gobierno no permite a los empresarios que acordemos un salario por encima de los montos que ellos fijan”, remarcó que “la única forma de terminar con esto es en las urnas”.
En este punto, Moyano se refirió a la flamante conducción del Partido Justicialista nacional, liderada por Cristina Fernández, quien asumió el miércoles de esta semana. El camionero aludió a ella sin nombrarla con una metáfora futbolística: “Escuché a un compañero decir que hacerse cargo del peronismo, como se han hecho cargo algunos, es lo mismo que no ir a ver los partidos de un club, no o hinchar por el club, pero un día empezar a dirigir ese club”. Y concluyó: “Nosotros lo apoyamos a Axel Kicillof”.
A su turno, Héctor Daer, gremio de la Sanidad, dijo que en el presente contexto frente al Gobierno de Milei “lo importante es sostener la unidad del movimiento obrero”. También alertó sobre “cuánto aumentó el suicidio de adolescentes” y sobre “este clima de violencia, de odio, que se está generado” y “los que tienen responsabilidad en la comunicación, y sobre todo en el ejercicio de la comunicación, son los que más tienen que actuar en esto”.
Daer también apuntó al Gobierno por su intervención en las negociaciones salariales. “Hay una reprobación absoluta a esto de querer pretender limitar las paritarias. Es un absurdo, es absolutamente repudiable y hasta se siente como una provocación que un ministro de economía que se jacta de acomodar la macroeconomía y que los que tienen bonos, etc., etc., obtienen ganancias y se está fijando en el 0,5% de aumento de los trabajadores que ganan sueldos bajísimos”.
La obra pública detenida, su eventual reactivación, la relación del sindicalismo con el sector privado y la situación social fueron los temas que tocó, a su turno, Gerardo Martínez, Secretario General de la UOCRA. “Vemos un panorama sombrío hacia el futuro”, dijo el secretario General del gremio de la Construcción.
“Hasta ahora este Gobierno únicamente ha hablado de la plataforma macroeconómica y financiera. Gobernar la Argentina no solamente significa estabilizar la economía, sino también abordar la problemática de la pobreza, de la cantidad de trabajadoras y trabajadores que están perdiendo sus puestos de trabajo y donde hay un ajuste muy severo, que no contempla para nada los recursos del diálogo”, agregó.
Diálogo con el sector privado
Desde la CGT “buscamos promover el diálogo tripartito con la asistencia técnica de la OIT, que incluya al sector empleador, que vendría a ser el G6 (la Asociación de Bancos Argentinos, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, la Cámara Argentina de la Construcción, la Sociedad Rural Argentina y la Unión Industrial Argentina), para discutir de ahí en más esta trilogía que para nosotros es fundamental, que es el desarrollo, la producción y el trabajo”.
Martínez admitió que su gremio fue especialmente afectado en todo el país por las políticas de Milei, principalmente por de la detención de la obra pública, pero se mostró confiado a los resultados de una “instancia de diálogo que generamos con los distintos gobernadores, los distintos intendentes y fuimos atenuando el nivel del impacto que había generado esta medida”. El resultado de esta gestión, destacó el dirigente, es que “muchas de las obras que administraba la Nación ahora están siendo administradas por la provincia”.
Y agregó: “Si Dios quiere, el próximo año vamos a tener la posibilidad de recuperar el 100% de la totalidad de fuente de trabajo que hemos perdido”. Aunque describió el panorama futuro como “sambrío” en cuanto a alguna respuesta del Gobierno nacional, Martínez se mostró confiado en el diálogo con los gobernadores y la industria nacional”, los sectores empresarios nacionales “porque el hecho de abrir las fronteras en un mundo con tanta incertidumbre me parece que es una imprudencia”.
¿Habrá paro nacional?
Respecto de posibles medidas de fuerza de la CGT, el secretario General de la UOCRA aseguró que “no hay clima para un paro general”. “Nosotros en principio buscamos también de tener una alianza estratégica con la sociedad civil, con la clase media y naturalmente nos preocupa que no haya una reacción contundente de su parte en distintos temas que son de mucha sensibilidad”. No obstante, dijo que la CGT “apoya todas las acciones en la defensa de los derechos de los trabajadores que hacen cada una de las actividades, cada uno de los sindicatos”.
Por último, en referencia a la elección de Cristina Fernández como presidenta del PJ, Martínez opinó que “estamos también preocupados por todo eso, porque la mayoría de los trabajadores somos peronistas y pretendemos que después de la debacle y de todas las situaciones vividas en los últimos tiempos, la mejor manera de tener una crítica es generando un salto cualitativo”. Para este dirigente este salto no se está dando y concluyó: “No todo se puede resolver en el AMBA, también hay que escuchar a las distintas provincias, porque para nosotros ahí está también el eje fundamental de la salida del país”.
El cierre de la breve conferencia de prensa corrió por cuenta del anfitrión, José Ibarra, secretario General de las 62 Organizaciones -que tienen su sede en el barrio de Caballito, en CABA- y del sindicato de Taxistas, quien se refirió a los motivos de la cumbre sindical: “Queríamos culminar el año con este tipo de convocatorias. Estamos hablando ya hace bastante tiempo, si ni bien no mediáticamente, pero sí en forma privada, como compañeros que somos, y estamos buscando la unidad del movimiento obrero porque me parece que acá hay un solo sector que estamos teniendo inconvenientes: los trabajadores y las trabajadoras”.
Para concluir, se refirió puntualmente a cómo están afectando las políticas de Milei a los trabajadores de esa actividad: “El gobierno de Milei por un lado te dice que la economía tiene que ser del primer mundo, pero nos lleva al tercer mundo con medidas como la desregulación el transporte de pasajeros: no solamente está precarizando el trabajo y generando una competencia legal, sino que también está poniendo en riesgo la integridad física de ciudadanos, de los pasajeros”, dijo en referencia la falta de capacitación y la falta de seguros de esos transportadores eventuales que, si tienen un accidente, “van a peder todo”.
Y cerró con una descripción apabullante de la realidad de los taxistas que motivó un inminente “plan de acción”: “Perdimos un 80 o un 85% de actividad este. Nosotros somos un termómetro económico. Cuando la economía va bien, tenemos buen trabajo. Y cuando la economía va mal, no tenemos absolutamente nada. Hoy en día hay que trabajar entre 14 y 16, 18 horas por día. Y algunos compañeros terminan durmiendo arriba del auto para poder llevarse un pedazo de pan a la casa. Es una locura lo que nos está pasando. Y encima con esto, la desregulación, mucho peor. No solamente teníamos la competencia desleal de los remises trucho y de las plataformas digitales, que ahora también sale el gobierno a ponerle una pata más a los trabajadores de actividad”.