La escena política cada vez más afectada por el hackeo de cuentas

Hasta la fecha, una diputada, un exintendente, un ministro y un apoderado de un partido en Corrientes dieron a conocer que fueron víctimas del ciberdelito y alertan a sus pares sobre los recaudos de seguridad a tener en cuenta.

En el último tiempo la tecnología fue creciendo poco a poco y esto llevo a que las formas de comunicarse sean cada vez mayores de la mano de las plataformas y si bien estas acciones suenan positivas, también se pudo ver que en el último tiempo aumentaron los hackeos de las cuentas no solo bancarias sino también las personales.

Este aspecto que tiene incontables víctimas que por lo general no logran contar con una solución tangible más que un refuerzo de seguridad en sus cuentas. En lo que va del año, este tipo de delito también afectó a legisladores, ministros y exintendentes.

Tal es el caso que, recientemente, se dio a conocer que el último hecho involucró al apoderado del Partido Justicialista local, Felix Pacayut, quien informó que le habían hackeado el WhatsApp. “No hagan caso a esto por favor que es una estafa”, alertó a sus contacto el dirigente, quien posteriormente eliminó la aplicación a modo de seguridad.

A su vez, a través de una publicación por sus redes sociales sostuvo que “están pidiendo transferencia de dinero”.

Esta misma metodología delictiva, si se quiere, también se dio meses atrás cuando al exintendente de la localidad de Loreto, Sebastián Torales, le hackearon sus contactos de WhatsApp y concretaron estafas con su nombre.

En este caso, según relató, las personas que hackearon su cuenta “entraron por el Facebook, sacaron una foto mía y con un teléfono con característica de Buenos Aires, usaron mi nombre para vender dólares”.

También, se conoció que el hacker les decía que tenía 200 dólares para vender y que si estaban interesados podían hacer una transferencia a una CVU de Mercado Pago.

A diferencia del primer caso mencionado, esta vez sí se contó con una víctima que cayó en los dichos y efectuó la transferencia solicitada.

Cabe destacar que en ambos casos se realizaron las denuncia ante Delitos Complejos de la Policía y se está llevando adelante una investigación al respecto.

Ante estos dos episodios se puede determinar que el hackeo llegó a la escena política utilizando incluso el mismo patrón a la hora de acceder a las cuentas personales con un mismo objetivo, estafar económicamente a los contactos de dichas personalidades. El interrogante sin respuesta es: ¿las cuentas personales de la escena política están en peligro?

Casos anteriores

Los dos casos antes mencionados no fueron los únicos que se registraron durante el 2022, ya que el ministro de Justicia de Corrientes, Juan José Desimoni, fue otro de los afectados con la misma metodología.

Según indicó el Ministro en esa ocasión, le hackearon los contactos y utilizaron una foto de él para comunicarse con estas personas para venderles dólares -mismo sistema ejecutado con los dos primeros casos relatados-.

Así, el Ministro se percató de lo sucedido, lanzó un llamado de atención en su estado: “Buen día a todos, quiero informar que no cambié mi número de teléfono”. “Están usando una foto de mi persona en el perfil con el nº +5411301…”, comunicó.

Rápidamente, Desimoni señaló que “por favor bloqueen el número y estemos atentos a este tipo de mensajes con fines de estafas”.

Además, en su cuenta de Twitter el funcionario había expresado que “si reciben algún mensaje o llamado de ese número les pido que no respondan y bloqueen ese contacto” y a la vez, explicó que “mi número telefónico sigue siendo el mismo de siempre con la característica de Corrientes”.

A diferencia de Pacayut y Torales, el exministro de Seguridad de Corrientes recordó a la comunidad “que se mantengan alertas y no envíen claves, pin o contraseñas a través de mensajes de texto”. También alertó que las personalidades políticas deben acceder a las verificaciones de las cuentas para poder contar con mayor respaldo de seguridad.

Hasta ahora los hackers fueron atacando a los ministros, apoderados de partidos, exintendentes y no se quedaron atrás y fueron por más; procedieron a invadir la privacidad de la diputada provincial, María Eugenia Mancini.

La legisladora comentó que además del hackeo de sus cuentas de WhatsApp también ingresaron a Instagram.

“Ingresaron a la cuenta de Instagram, cambiaron la contraseña y a la noche modificaron el nombre de usuario”, comentó la diputada.

En consiguiente, detalló “que también le cambiaron el número de contacto con una característica de Buenos Aires, porque es 011, y ponen la foto de Instagram”.

Asimismo, la diputada mencionó: “Aparentemente, cuando perdés la contraseña tenés un número de teléfono y un correo de respaldo, pero también cambiaron eso, así que me quedé sin poder manejar mi Instagram”.

En ese marco, la legisladora mandó un mensaje a través de las cuentas que no fueron hackeadas diciendo: “Argentina está totalmente indefensa porque no hay regulación y legislación respecto de este tipo de delitos, lo único que nos queda es actuar sobre el hecho, no podemos prevenir nada, por lo que en el Congreso tienen que avanzar con esto”.

En esta línea, la diputada está en lo cierto, ya que el país no avanzó con normas que regulen y sancionen rigurosamente a estas personas que violan la privacidad.

En resumen, en estos cuatros casos expuestos que no sólo se dan en Corrientes sino que van invadiendo provincia por provincia (ver recuadro) preocupa de cierta forma a la sociedad y muchos se preguntan ¿qué nos espera al resto?

Las estafas se triplican en Mendoza

El expresidente de la Cámara de Diputados de Mendoza y actual titular de BICE Fideicomisos, Jorge Tanús, fue víctima de un ciberdelito esta semana, a través de una estafa de WhatsApp.

“Estimados. Me hackearon mi teléfono. Por favor no contesten al número anterior 2616964…. Ni respondan a WhatsApp. Piden dinero a mis contactos y a los grupos que integro. Por favor compartir”, advirtió el dirigente peronista en sus redes sociales.

Esta metodología es una forma nueva que consiste en aprovecharse de una falla de seguridad en el proceso de verificación de la cuenta de la popular aplicación de mensajería para estafar a los contactos del usuario.

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