El Gobierno amenaza con excluir del Pacto de Mayo a la dirigencia política si no le aprueba la reversionada Ley Ómnibus a tiempo. “Si la política no acompaña, el pacto se firmará con la ciudadanía”, dijeron que harían el 25 en una especie de Cabildo Abierto en Córdoba.
Con un tratamiento en el Senado de la Nación que ya extendió los plazos proyectados desde el principio por el Gobierno de Javier Milei, ahora la presión para un consenso pasa por el Pacto de Mayo, que aún se quiere firmar este 25 en Córdoba. Así lo había lanzado a modo de convocatoria el propio Presidente en su mensaje en el Congreso el 1 de marzo, en la apertura del período ordinario de sesiones.
Sin embargo, con el empantanamiento del proyecto de la Ley Bases y el Paquete Fiscal en la Cámara alta (tras el rápido avance en Diputados), las cosas cambiaron para el Pacto de Mayo. Incluso, el propio Milei dijo esta semana que si no se aprueban las iniciativas (que condicionan el Pacto), el acto de firma podría hacerse en junio o julio, cuando salga convertida definitivamente en ley.

Una posibilidad es que el Senado aplique modificaciones al proyecto tal cual vino aprobado en Diputados, con lo cual debería volver a la Cámara baja para su revisión. Eso ya extiende los plazos que evaluaba el oficialismo.
En las últimas horas, surgió la versión periodística de que la presión ahora viene del lado del Pacto de Mayo. “En el Gobierno dicen que piensan en realizar un gran acto en el Cabildo de Córdoba frente a una multitud, pero sin autoridades. En la Casa Rosada hay un fuerte malestar con Villarruel por la dilación del dictamen. Además, acusan al radicalismo de boicotear el 25 de mayo y apuntan contra el PRO por sus internas”, indicaron en una nota del sitio Infobae.com.
“En el Gobierno crece la preocupación por la falta de consensos para conseguir los votos en el Senado, y exploran alternativas para presionar con el Pacto de Mayo. Ayer habían deslizado que podrían postergar la fecha hasta junio, o inclusive julio, pero Javier Milei evalúa sostener el evento el 25 de mayo con un cambio total de formato, sin políticos, y con un discurso muy picante contra la dirigencia”, indicaron en el artículo difundido ayer.

El documento
La ceremonia del Pacto de Mayo estaba planeada inicialmente en el Palacio de Justicia, con presencia de la mayoría de los gobernadores, algunos expresidentes, dirigentes de partidos políticos y representantes de todas las áreas de la vida pública, desde el sindicalismo a la Iglesia. Ese día, los mandatarios provinciales y Milei firmarían el documento de diez puntos para el desarrollo del país que presentó el Presidente con toda pompa en la Asamblea Legislativa.
Pero los planes empezaron a complicarse esta semana, cuando varios senadores que el Gobierno daba por sentado que acompañarían la Ley Bases empezaron a poner en duda su apoyo durante el debate en comisiones. Y el Presidente, preocupado por no aparecer como el gran derrotado, había evaluado postergarlo hasta junio o julio, como dijo ayer tras el acto por el busto de Carlos Menem. Pero hoy, en un clima de efervescencia en Balcarce 50, decidió que, si no le aprueban la ley, realizará el Pacto de Mayo de todas formas, pero sin “la casta”.
El lugar, en este caso, sería el Cabildo de Córdoba. Y no habría ni un solo invitado de “la política”, ni siquiera el gobernador anfitrión, Martín Llaryora, que esta semana mostró malestar por los planes de dilatar el acto por la falta de ley. Los firmantes, en tal escenario, serían los propios ciudadanos. “Si la política no acompaña, el pacto se firmará con la ciudadanía”, explicaron.
El Jefe de Gabinete de la Nación expuso las proyecciones económicas del Gobierno

“En sesión informativa, recibimos al jefe de gabinete, Nicolás Posse, quien brindó su informe sobre la marcha del Gobierno. Entre otros temas, le consulté sobre las inundaciones que afectan a miles de correntinos y qué medidas se evalúan para asistir a las familias damnificadas”, resaltó el senador nacional por Corrientes, Eduardo Vischi, en sus redes sociales.
En efecto, luego de ocho horas concluyó la sesión en la que Nicolás Posse, jefe de Gabinete de la Nación, presentó su primer informe de gestión. A lo largo de la jornada, el funcionario expuso sobre las proyecciones económicas que hace la presidencia de Javier Milei, aportando un dato significativo al mencionar que se espera que, a diciembre de 2024, la inflación interanual se ubique en un 139%, marcando así una desaceleración en los meses que restan del año.
Por otro lado, Posse respondió ante las insistentes preguntas y planteos de los legisladores de la oposición en relación al parate de la obra pública en todo el país. El funcionario fue tajante, indicando que todo el sistema está en revisión, debido que se heredaron deudas millonarias que hicieron caer la mayoría de los contratos por carecer de financiamiento. “No vamos a financiar eso con emisión, estamos parando una híperinflación”, fue la respuesta del funcionario.