Los 3 motivos de los gremios detrás de una medida que busca elevar la confrontación con el Gobierno

El Gobierno sostiene que los sindicatos que impulsan la huelga ya cerraron sus paritarias y no tienen justificación para protestar. “No hay un reclamo concreto”, dijo el secretario de Transporte, Franco Mogetta.

El paro de transporte de este miércoles es político. El Gobierno lo señala expresamente, y hay varias pruebas bien claras que permiten sostener esa hipótesis.

La primera: hay que recordar cómo se decidió su realización. El origen de la medida de fuerza gira en torno al conflicto de los pilotos aeronáuticos y de su líder, Pablo Biró, por los recortes en Aerolíneas Argentinas. Fue en ese momento en que se sumó Pablo Moyano con sus posiciones combativas, que no tienen eco dentro de la CGT. Así nació el paro que decretó la Mesa Nacional de Transporte, organizada para enfrentar al gobierno de Javier Milei.

Segundo. Los reclamos que formulan hoy los gremios que adhieren no son salariales. Es más, mientras que los pilotos y el personal de la AFIP y Aduana —estos últimos gremios que se adhieren al paro ganan sueldos muy altos—, otros están en un nivel más bajo, como los camioneros, y más aún, los maquinistas de trenes.

Tercero. Casi todos esos gremios ya cerraron paritarias. Por el contrario, los reclamos que explicitan todos los sectores son consignas políticas: se manifiestan contra el Gobierno, al que acusan de impulsar privatizaciones y llevar adelante “políticas de hambre”.

La UTA se ocupó de ponerlos en evidencia: Roberto Fernández decidió no adherir a la protesta de este miércoles porque dijo que su reclamo sí es exclusivamente salarial y no político. El sindicato de los colectiveros anunció por su cuenta un paro para el jueves 31 con el objetivo de ejercer presión en medio de la paritaria.

El Gobierno, en tanto, apuesta a exponer a los gremialistas frente al malhumor social para generarles desgaste. “Es un boicot políticono tienen justificación para la medida de fuerza”, planteó el secretario de Transporte, Franco Mogetta. El funcionario libertario insistió en que “no hay un reclamo concreto” de los sindicatos y tildó de “jinetes del atraso” a los impulsores de la huelga.

En la misma línea, el vocero presidencial, Manuel Adorni, describió a los gremios como “los privilegiados que pueden darse el lujo de parar”. Más allá de las declaraciones públicas, lo cierto es que el Gobierno considera que los paros de transporte podrían favorecer a su imagen. “Son justamente el enemigo que está enfrente”, dijo una fuente de Casa Rosada

“Son sindicalistas garcas que le complican la vida a la gente”, aseguró otro funcionario frente al paro incentivado por el ala dura de la CGT. Y agregó: “No hay motivos para esta medida”. Al Gobierno no le preocupa el paro general, que cuenta con el apoyo de movimientos sociales y estudiantes, en medio del conflicto que mantiene con las universidades nacionales por las auditorías.

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