(Corresponsalía Buenos Aires) – El acto por el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas dejó en evidencia la creciente tensión entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Mientras Milei encabezaba el evento central en la Plaza San Martín, en la Ciudad de Buenos Aires, Villarruel se distanciaba y participaba de una conmemoración paralela en Ushuaia, Tierra del Fuego.
Desde el Cenotafio de los Caídos en Malvinas, Milei pronunció un discurso donde, fiel a su estilo, apuntó contra el kirchnerismo y la dirigencia política tradicional. “La mejor manera de defender la soberanía es con las ideas de la libertad”, afirmó el mandatario, planteando su estrategia de fortalecer el país desde lo económico y lo institucional como vía para recuperar la soberanía sobre las islas.
No obstante, la ausencia de Villarruel no pasó desapercibida. La vicepresidenta, de estrecha relación con las Fuerzas Armadas y con los veteranos de Malvinas, optó por encabezar un acto en Ushuaia, lo que fue interpretado como un desafío al liderazgo de Milei en un tema que históricamente ella ha hecho propio.
Fuentes cercanas al oficialismo confirmaron que Villarruel no fue invitada al acto en Plaza San Martín, un gesto que revela las grietas internas en La Libertad Avanza. La vicepresidenta, hija de un veterano de la guerra y defensora acérrima de los militares, ha mantenido diferencias con Milei en temas estratégicos, especialmente en lo referido a la política de defensa y el rol de las Fuerzas Armadas.
Desde el entorno presidencial se intenta minimizar la tensión, pero la decisión de Villarruel de encabezar su propio homenaje en Ushuaia envía un mensaje claro: su autonomía dentro del gobierno y su intención de consolidarse como líder de un sector más ligado a la reivindicación militarista.
La creciente distancia entre el presidente y su vice podría traer consecuencias políticas en el mediano plazo. Mientras Milei refuerza su discurso libertario y su mirada económica sobre la soberanía, Villarruel se erige como la representante de un sector más tradicionalista y nacionalista dentro del espacio oficialista.
El acto por Malvinas, que debería haber sido una muestra de unidad en el recuerdo de los héroes, terminó por dejar en evidencia que la interna dentro del gobierno está lejos de resolverse. La pregunta que queda abierta es hasta dónde llegará esta fractura y qué impacto tendrá en la gobernabilidad de Milei.