Para gobernar se necesita Política. Diferencias entre Milei y Villarruel

( Por Alejandro Almendros// La cuarta on line) – El presidente Javier Milei vuelve a tener su segunda derrota política consecutiva en el Poder Legislativo. En la casa que alberga según dijo “el nido de ratas”.

Los libertarios insisten en que este es un plus muy importante para lo que consideran la gran batalla que tendrán que librar que es la de Octubre de 2025, donde se elija una nueva composición de las Cámaras. Otra vez Milei contra “la Casta”.

En los focus group que maneja Santiago Caputo, y en las encuestas que le llegan, como contamos el domingo pasado, el núcleo duro de los votantes de La Libertad Avanza se ha solidificado, y se ha logrado consolidar fidelización en varios de los sectores que el año pasado votaron la opción de Patricia Bullrich. Con ese norte, el presidente avanza sin detenerse en la verdadera política, que es la que le va a permitir llevar adelante los cambios estructurales que necesita la Argentina.

Porque es cierto que es la primera vez en la historia que a 100 días de haber asumido, el primer mandatario no cuenta con las herramientas completas para implementar su plan de gobierno.

Pero mucho de esto es autogenerado.

“Uno no puede esquivar la impericia propia. No se puede gobernar un país sin hacer política” dice un diputado del PRO con acceso directo al Presidente de la Nación.

Desde el equipo de comunicación liderado por el mismo Santiago Caputo y Fernando Cerimedo, se cree que la campaña en términos electorales con estos resultados, es relativamente sencilla y nunca se va a dar de una manera mas clara. Es “la casta” o “Javier”.

Ahora se suma entre aquellos que quieren jugar en contra del presidente, el grupo Clarín. Al igual que lo hicieron los Kirchner. La estrategia se repite, con la diferencia que hoy las redes sociales tienen mucho mas poder que hace 20 años atrás, y la penetración para contrarrestar dicho poder, está al alcance de la mano.

El comunicado emitido por la presidencia en donde quedaba claro que responsabilizaba a Victoria Villarruel por haber convocado a la sesión especial donde finalmente se rechazara el DNU, mereció explicaciones por parte del vocero y del mismo presidente, responsabilizando al multimedio por la interpretación errónea que le había dado.

Espert y Francos, aparentemente también se equivocaron porque analizaron lo mismo.

Victoria Villarruel se siente fortalecida por el acompañamiento que tuvo de muchos sectores de la política, más allá del ataque sufrido por los propios en las redes sociales, que llegaron hasta meterse en su vida privada. El ejército de trolls haciendo su tarea.

El problema que hay desde el círculo íntimo del Presidente, como lo venimos contando en estas columnas, es que la Secretaria General de la Presidencia y hermana del primer mandatario, Karina Milei, la corrió del poder y la encapsuló en el Senado de la Nación, por problemas de índole personal.

El jueves echaron al Jefe de la Casa Militar, Alejandro Guglielmi, quien tenía a su cargo la seguridad presidencial de Javier Milei, y se desempeñaba allí desde el gobierno del ex Presidente Macri.

La Casa Militar de Argentina es un organismo encargado de la seguridad del Presidente de la Nación. Es de naturaleza militar y depende del Poder Ejecutivo Nacional por intermedio de la Secretaría General de la Presidencia. Karina Milei desconfía de todo y de todos. Villarruel tiene mucha cercanía con las fuerzas. Algunos hablan que Guglielmi fue otra víctima de la interna. De hecho, en el video que sube a sus redes la vicepresidente, en la parte inferior se ve un libro, colocado de manera sutil, que hace alusión a las Fuerzas.

Ante esto, la vicepresidente prefirió mostrar que hay un cambio de época en el Senado y que incluso sabiendo que iba a perder, “puso el cuerpo”.

El dato que resaltan cerca de Villarruel, es que “pese a los que siguen insistiendo con la grieta, se puede respetar la República, la institucionalidad y lo que corresponde desde el punto de vista técnico jurídico, y seguir siendo fiel a sus convicciones, independientemente que no te toque ganar. Ese es su diferencial”.

A Villarruel se le planteaba el gran dilema, que era el pedido de sesión especial número 5. “Denegarlo la convertía en Cristina Kirchner y la institucionalidad no corre para algunas cosas si y para otras no. Es una decisión que había que tomar” aseguran.

“De haber desatendido el pedido se convertía en Cristina, y por esta negativa de paralizar el Senado, (la ex presidenta) tiene varias demandas en Comodoro Py y estaba convencida que era su límite. No quería llegar a ese lugar. El Poder Ejecutivo lo sabía. Se lo advirtió a Luis Caputo hace un mes. Ella se lo venía anunciando. Después gracias a esa advertencia se dio la reunión con los gobernadores y no alcanzó. Por eso apeló en Labor Parlamentaria a la postergación y les pidió un par de semanas. Mayans se negó porque le dijo que tenían el número” afirman en su entorno.

“Ella está dispuesta a todo y va a acompañar inclaudicablemente cada paso que de este gobierno. Ella confía. Su límite es la institucionalidad y tiene muy en claro cuál es su responsabilidad, en este contexto que le toca ejercer” insiste un funcionario.

Luego de la derrota política del gobierno en la Cámara Alta, Villarruel saca por redes la declaración de confirmar su fidelidad y compromiso inquebrantable con Milei, pero a la vez muestra un discurso de independencia. También desde lo interpretativo, se resalta la necesidad de “ganar el poder”, considerado un valor buscado, necesario o positivo, mas conocido como política agonal.

Ahora se vendrá la discusión en diputados. ¿Llegará ese debate o se postergará en el tiempo como nos tenía acostumbrados el kirchnerismo? Martín Menem puede estirar esa decisión.

Los números en el Congreso marcan casi una paridad absoluta, aunque las negociaciones empezaron de manera inmediata, apenas caído el DNU. Los propios y los aliados piden que alguien haga realpolitik. Dice un legislador oficialista, que “los proyectos políticos deambulan por la Casa Rosada sin encontrar un despacho que lo contenga. Y cuando encuentra despacho, nadie tiene autoridad para llevarlo adelante”.

Francos se reunió con los legisladores aliados del PRO, pero también entendieron que podían meter una cuña en la Unión Cívica Radical y convocaron al sector legislativo que comanda Rodrigo de Loredo, enfrentado al presidente del partido. (Dice el mito popular que donde hay dos Radicales, existen tres líneas internas).

El presidente conceptualmente está más enojado con los radicales que con el kirchnerismo.

Hoy, la conducción de Lousteau es cuestionada por 4 de los 5 gobernadores y los dos jefes de bloques de las Cámaras. Pullaro internamente lo avala, aunque no se quiere exponer. La crisis desatada en Santa Fe hace que mantenga una distancia prudencial. Milei no habla con Pullaro y Patricia Bullrich lo hace casi por obligación. La relación entre los tres, dista de ser buena.

Milei quiere que Bullrich hable directamente con Pablo Cococcioni que es el ministro de Seguridad de la Provincia. El gobernador por lo bajo, cuestiona fuertemente el trabajo de la ministra de seguridad.

Para rechazar o aprobar el DNU se necesitan 127 diputados. Por el rechazo, por ahora se cuentan los 99 de Unión por la Patria, 5 de la Izquierda, 2 Santa Cruz (del gobernador Vidal cuyos senadores votaron en contra), 6 de la Coalición Cívica, 2 socialistas, Margarita Stolbizer y Natalia de la Sota. A ellos se podrían sumar los 5 legisladores que responden a Facundo Manes y los 6 que se alinean con Lousteau. Esta cuenta da 126 voluntades. Además hay un diputado que le responde al gobernador de Río Negro, y no se sabe que harán los dos diputados de Ignacio Torres de Chubut. Resta saber como votará el diputado neuquino y los tres de Salta. Como se verá, el número es muy cerrado.

El reseteo de la praxis política de Milei cuando convocó a los gobernadores, fue parcial. No se puede reducir todo a un “declaracionismo” espectacular. Eso no funciona. La política no es mala palabra, y se necesita para gobernar.

PD: La Secretaría Legal y técnica de la Provincia de Buenos Aires que conduce María Alejandrina Arrouzet, por pedido del gobernador Axel Kicillof, está analizando los dichos del diputado José Luis Espert, con respecto al llamado a una rebelión fiscal, para hacer una presentación en la justicia.

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