Con los estudios que se realicen hoy y mañana, los guardavidas determinarán si se encuentra apta para los bañistas este fin de semana o la semana que viene.
Tras la nueva bajada del Paraná, estudian la zona de la playa que fue inhabilitada el pasado lunes. La altura del río comenzó a descender y actualmente, según los últimos datos de Prefectura Naval Argentina, se encuentra a 5,28 metros. Desde la Dirección de playas de la Comuna, analizan la habilitación de Islas Malvinas I debido a que se formó un remanso en el río.
El lunes pasado, el acceso a la playa Islas Malvinas I fue cerrado por la crecida del río Paraná. Al comienzo de semana los niveles del río habían alcanzado unos 5,49 metros (a menos de un metro de la alerta) tapando por completo el espacio de arena del balneario. Para el día de ayer, estos niveles comenzaron a descender y alcanzaron los 5,28 metros.
Durante hoy y mañana, los guardavidas analizarán el río para determinar la nueva habilitación. Si el agua comienza a bajar y el espacio costero se encuentra apto para los bañistas, la playa podría ser habilitada para este fin de semana, de lo contrario se aguardarán unos días más hasta la semana que viene, según señalaron desde la Dirección de playas de la Municipalidad.
Ariel Meza, director de playas del Municipio señaló a El Litoral que: “Mañana y pasado vamos a hacer una evaluación, de mantenerse esta tendencia de bajada veremos si se habilita para este finde sino para la semana que viene. En este momento no está garantizada la salud de los bañistas y por eso la cerramos”.
Con la crecida del Paraná, se formó un remanso hidráulico que puede provocar desniveles en la costa capitalina. Por lo que los especialistas deberán determinar si se conformaron pozos en la playa. Existe riesgo de que este aumento en el nivel del agua pueda generar escalones como los que se han conformado en otros balnearios el año pasado.
“Hay un pequeño remanso y en la evaluación de hoy (por mañana) verán si contiene pozos y no se haya formado un pequeño escalón como ha sucedido el año pasado en otra playa. Esto representa un peligro para los bañistas”, afirmó a El Litoral el director de playas del municipio.
La zona afectada es la misma que a principios de enero había sido cerrada, pero por el caso contrario, por una pronunciada bajante del afluente. La medida se aplicó durante dos semanas y solo para el acceso al agua, debido a que los bañistas podían permanecer en la arena.
La decisión de prohibir el ingreso a la playa se debe al resguardo de las personas que veranean en ese espacio costero. Según indicaron las fuentes municipales, el año pasado había ocurrido lo mismo y en esa ocasión también se había optado por la clausura del mismo.