Las ventas de la bebida están en auge y dependencias del Gobierno planean repartir gratis el preparado en horas de la mañana. ¿De dónde proviene esta costumbre?
Hoy, de 8 a 11, en plazas y dependencias comunales, ubicadas en el centro y el barrio San Gerónimo, se ofrecerá el brebaje a vecinos y turistas para revivir la tradicional costumbre guaranítica.
Bajo el eslogan: “Caña con Ruda, vení a compartir con nosotros esta celebración”, la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad invita a acercarse a la plaza Cabral (Junín y San Lorenzo), plaza Vera (Junín entre Rioja y San Juan), Casa Molinas (Pellegrini 937) y Casa del Bicentenario (avenidas Laprida y Caracas) a degustar este brebaje.
Por otra parte, en el Mercado de Productos Frescos y en el Mercado de Abasto “El Piso”, se podía conseguir las típicas botellitas por valores de $300 a $500. Mientras que el litro cotizaba a $1.000. A su vez, las vendedoras ambulantes, ubicadas sobre la peatonal Junín, ofrecían los envases más grandes por costos de entre $1.300 y $1.600.
La tradición de beber unos sorbos de caña con ruda el primer día de agosto es una costumbre de origen de la región, arraigada por cientos de años en la sociedad correntina. La creencia sostiene que el brebaje ayuda a mantener la buena salud, porque espanta a los males y las enfermedades que suele traer consigo este duro mes.
En la antigüedad, la ruda fue uno de los medicamentos más privilegiados. Los aborígenes preparaban una especie de licor con chañar, algarroba, patay o tunas y lo mezclaban con hierbas medicinales, la contrahierba. Esto fue expandiéndose y casi religiosamente se cumple el rito de beberla. Se elabora días antes y debe ingerirse como primer alimento del día.
En Corrientes, la caña más famosa es “Palanca” a la que se recomienda preparar con gajos de ruda macho al menos con 15 días de antelación.
¿Por qué se dice que la caña con ruda ahuyenta los males?
Se cree que cumplir con este ritual atrae salud y suerte y aleja la envidia y los maleficios. Siete sorbos, tres tragos, uno largo, un vaso entero, y siempre en ayunas. Pero, ¿de dónde surge y qué significa?
Esta costumbre, enraizada en el norte argentino (más específicamente en las provincias de Misiones y Corrientes), se ha extendido por todo el país. Es una tradición milenaria que proviene de los pueblos originarios de América que reconocían en la ruda múltiples propiedades medicinales contra parásitos y malestares gastrointestinales; además de su uso para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.
Como en agosto se producían grandes lluvias, que junto al frío causaban muchas muertes en la población y en el ganado, crearon este remedio natural en el cual se mezcla la caña con la ruda para superar estos problemas.