Se trata del colega Ramón Cavalieri quien días atrás denunció que su hijo sufre bullyng en un colegio secundario de Goya. Ayer participó de una extensa reunión con autoridades de Educación. Cavalieri destacó el apoyo de los mismos. La nota completa enviada a ésta redacción.
Ramón Cavalieri escribiò una editorial donde cuenta su realidad, y a continuación transcribimos:
“Pidan a un cura que deje de ser cura en determinados momentos, pidan a un militar que deje de serlo en determinadas situaciones, pidan a un político que, a veces, no lo sea; pidan a un médico que deje de pensar como médico. Yo soy periodista y tampoco puedo dejar de serlo, ni un solo minuto. Defiendo, desde siempre, el periodismo sustentado en la deontología profesional. Trabajé muchos años en radios, diarios, revistas y televisión. Luego dejé de pertenecer a los medios porque no comparto hacer prevalecer el “derecho de empresa “por sobre el “derecho a la información”, así me convertí en periodista free lancear EDITORIALISTA. Baso mis principios en la ética. Me dedique luego a escribir y enseñar periodismo. A los 16 años redactaba crónicas para diarios provinciales”.
“Hoy soy padre de un chico que necesita mí ayuda y ahí siempre estaré. Sin embargo fue, (o es aún), víctima de BULLYNG ESCOLAR. Pedí su cambio de curso, pero; resultó a medias porque la persecución siguió en lugares comunes. Por esa razón alcé mí voz pidiendo ayuda y fui escuchado por la superioridad. Sin embargo, también fui acusado de ser el “chismoso” de la escuela que envía fotos de todos los problemas de la Escuela a los medios. Me lo dijeron en reunión y por audios. El malo de la película. Una verdadera calumnia e injuria que ya veré qué camino sigue. No necesito decir nada a escondidas o enviar fotos, en porque cuando tengo algo para decir: lo digo. El camino debió ser permanecer callado. En el BULLYNG estás solo. Entiéndase”
“Hoy la superioridad del Ministerio de Educación de la Provincia me dio una muestra de que aún hay esperanzas de creer en la educación pública. Estuve frente a personas capaces, ecuánimes y con fundamentos”.
“Cuando los problemas acosan hay que buscar soluciones. De eso se trata. Y eso se hizo.
Más de diez horas de reunión (por otros temas) sirvieron para buscar soluciones. El primer paso es reconocer los problemas “no esconderlos”.
“El BULLYNG ESCOLAR, la mayoría de las veces, es ignorado, hasta que se convierte en tragedia; entonces ya es tarde. Tampoco es imposible de superarlo. Sólo se requiere decisión y ejecución. No significa llevar preso a nadie, ni tomar reprimendas. Significa tomar medidas a tiempo”.
“Soy periodista antes que nada en mí vida. Mis editoriales diarias se publican en muchos medios de distintas provincias y reciben muchas personas. Nunca pidan a un periodista que deje de serlo y el supervisor presente lo entendió perfectamente”.
“Para un periodista ético, la verdad estará primero y la calumnia o injuria, muy lejos. Y esto significa que, a veces, alguien se puede sentir” injuriado” ante la simple verdad.
El verdadero periodista sabrá siempre decir: “NOBLEZA OBLIGA” y hoy ese reconocimiento es a la acción rápida y certera. Pero para que la acción sea fructífera, debe traer soluciones no solo reprimendas. Eso fue. Creo.”
“No me pidan nunca que deje de ser periodista, porque nací periodista y moriré siendo periodista. Libre, ético, con la dignidad jamás entregada y con convicciones firmes y decididas.
Seguramente mi escuela, donde trabaje 25 años, y a la que concurre mí hijo florecerá cómo todos queremos.
Yo apoyaré siempre lo que haya nacido para vencer a la mentira, al odio, a la indiferencia, e, inclusive, a la mediocridad.”
“José Ingenieros definía a la mediocridad en varios pasajes de su obra como “el hábito de renunciar a pensar”, “llaman hereje a quienes buscan una verdad” (sin comprender que como señaló Shakespeare “El hereje no es el que arde en la hoguera, sino el que la enciende”), “sus ojos no saben distinguir la luz de la sombra”, “la originalidad les produce escalofríos”, “pronuncia palabras insustanciales”, “el esclavo o el siervo siguen existiendo por temperamento o por falta de carácter.”
La nota la firma Ramón Cavalieri