La calle Junín se transformó en una laguna artificial repleta de patitos

En tiempos de hiperconectividad, las modas de otros puntos del mundo también llegan a nuestro país. Desde fines del mes pasado comenzaron a aparecer pequeños patitos que cuentan con prendedores y son utilizados por chicos y grandes.

De acuerdo al testimonio de vendedores la moda comenzó en China, llegó a Sudamérica por Perú y hoy es un boom en las calles comerciales de todo el país.

En la ciudad de Corrientes, la peatonal Junín, por estos días se transformó literalmente en una laguna donde los patitos se pasean a lo largo y ancho de la principal arteria comercial de la capital provincial.

Es que los vendedores ambulantes que están al tanto de los productos de moda comenzaron a invadir sus puestos móviles con este pequeño producto que se impuso en el consumidor adulto, adolescente y niños.

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En la mañana de ayer, se recorrió los distintos puestos y constató que el consumo de este producto todavía está vigente. Algunos vendedores afirman que la competencia es mucha y por esta razón debieron disminuir el precio.

Felipe Juárez es uno de los históricos vendedores ambulantes de la calle Junín. Habitualmente se concentra entra las calles Catamarca y Córdoba. En comunicación con este medio comentó que a principios de mayo la venta era muy buena. Ahora, por la alta competencia de sus pares, el nivel de ventas disminuyó.

“Comenzamos mayo con todo. Se vendía muy bien, pero ahora el 70 por ciento de los vendedores de la calle Junín cuenta con los patitos en sus estructuras de metal que están habilitadas por la municipalidad de la ciudad de Corrientes”, dijo el hombre.

Consultado por la manera que llegó a él este boom dijo: “Tengo un amigo vendedor que fue a la Fiesta Nacional del Surubí. Fue quien me comentó que era lo que se estaba imponiendo en varios puntos del país y acepté inmediatamente”.

Juárez comentó que esta moda es mundial y en el país comenzó hace un poco más de 15 días. “Es un boom mundial. Comenzó en las redes sociales y representa a la alegría y la prosperidad”.

En los puestos del centro capitalino se pueden observar patitos con accesorios alternativos, como ser sombreros, galeras, coronas, capas, entre otros. De acuerdo al agregado también está la variable de precios.

“Los fabricantes le encontraron un atractivo con los accesorios y algunos hasta tienen colección”, expresó.

En cuanto a los precios, el producto de moda comenzó con un monto de $2.000 y ahora por la cantidad de puestos se pueden encontrar desde 1.000 pesos en adelante.

Felipe comentó que en los últimos días el consumo descendió hasta un 50 por ciento por la cantidad de vendedores que hay. Por último comentó el que el resto de los productos que comercializa en la peatonal –medias, gorras-, se encuentra estacionada. “La venta no es la que esperamos pero con el descenso de temperatura hubo un repunte”, concluyó.

Alejandra Gutiérrez, por su parte, brindó también un panorama de la venta de la estrella del momento en la peatonal Junín. “Los patitos se llaman Kawaii y representa la felicidad para chicos y grandes. No tiene genero y en nuestro puesto se acercan personas de todas las edades”, dijo la joven.

“La gente averigua el significado y luego compra. Genera felicidad en la gente y acá familias enteras viene a llevarse este producto de moda”, dijo.

En este puesto el precio también es de 1.500 pesos. “Nos piden de varios motivos y nosotros vendemos con o sin decoraciones al mismo monto”, expresó.

José Acuña es otro de los vendedores que se encuentra en la calle Junín y cuenta con el patito “Kawaii”. En mi caso vienen muchas personas mayores solas a comprar. “Se acercan las abuelos, tías, madres para llevar el patito para sus nietos, sobrinos o hijos”, señaló el hombre a este medio.

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